The Walking Dead s07e05: “Go Getters”

Desde que se conocieron a las víctimas de Negan, The Walking Dead parece haber entrado en un estado de inmovilidad. Quizás sea el problema de tener la cabeza puesta en las temporadas que se vienen, en vez de enfocarse en desarrollar la que nos compete. Con los números de rating que maneja, la serie podría extenderse hasta el infinito. ¿A qué costo? Con episodios como «Go Getters», que dan algunos pasos de bebé en la dirección que se queire. Por fortuna en esta oportunidad se pudo abordar más de una línea argumental, lo que sin duda hizo que todo fuera más dinámico.

Carl está claramente afectado por los enfrentamientos con los Salvadores y no puede tolerar el abordaje pasivo que decidió encarar el temerario líder que es su padre. Aún trata de acostumbrar su puntería al hecho de haber perdido el ojo, pero eso carencia la compensa con una gran determinación por querer acabar con el carismático antagonista de turno. Al ver a Enid en uno de sus nuevos escapes, el chico se le suma en una excursión hacia Hilltop. En lo que es una linda secuencia, pequeña e íntima y completamente ajena a lo que se vive en el show, los dos comparten un paseo en patines que los lleva hacia la entrada de la comunidad. Hay un paso más en su incipiente relación que por primera vez da la chica, que ahora ve que quien quiere escaparse es él. Específicamente hacia donde se encuentra Negan, para matarlo. Chandler Riggs no es de los mejores actores de la serie y no ha podido consagrar a un personaje de mucho potencial -un adolescente que crece en un mundo post-apocalíptico ofrece una perspectiva diferente a la del resto, pero no se termina de lucir-, pero aquí Carl empieza a tomar algo de iniciativa para bien.

Maggie y Sasha, por su lado, siguen su duelo en Hilltop, aunque se las ve algo más enteras por el paso de los días. La primera está preocupada por la salud de su bebé que resulta estar bien, tras una visita al médico que aconseja quedarse dentro de esos muros. Esto no le sienta para nada bien a Gregory, el líder cobarde y despistado de la comunidad, que quiere que se vayan. Jesus intercede por ellas, más allá de que no logra hacer cambiar de parecer al otro, cuyo razonamiento proveniente del miedo es comprensible. Es una buena chance de tener algo más del personaje de Tom Payne, a quien se lo ve demasiado poco. Ambas logran quedarse por la noche y es entonces que se desata lo que seguro es lo mejor del capítulo. Los portones abiertos, varias fogatas y un auto semi-blindado que con los parlantes a todo volumen atrae a todos los caminantes de la zona. Sasha sale a tratar de contener la situación, secundada por Jesus, mientras que Maggie -embarazada y a resguardo- imparte ordenes al resto sobre cómo actuar. Después deja las indicaciones para pasar a la acción y arriba de un tractor acaba con algunos muertos vivos y silencia los ruidos al pasar por encima del vehículo, cual si fuera un camión monstruo que destruye chatarra.

La situación pesadillesca fue cortesía de los Salvadores, en esta ocasión conducidos por el Simon de Steven Ogg, a quien los fanáticos pueden reconocer como el Trevor Philips de Grand Theft Auto V. No hay Jeffrey Dean Morgan, pero el carisma de su villano se extendió hacia sus soldados. El lugarteniente llega rodeado de muchos hombres a retirar el tributo que corresponde, otra muestra de fortaleza frente a un Gregory que tiembla. La fuerza de los Salvadores está en el número y se movilizan de a varias decenas, con lo que cada amenaza tiene una contundencia visible. Después de que el plan de Rick para matarlos a todos concluyó de forma trágica para el grupo, el líder de Hilltop sabe que es un riesgo ser asociados a la gente de Alexandria y hasta quiere entregar a sus dos huéspedes, aunque el ingenio de Jesus ya las había puesto a salvo. Este último deja en claro que no tiene chapa de líder y que no quiere el cargo de Gregory, dado que su forma de ayudar a la gente de su comunidad viene por otro lado. Pero con los eventos que tuvieron lugar durante la noche anterior, parece que encontró en Maggie a una persona que puede conducir por el buen camino los destinos de todos los que viven allí.

Para el cierre, Enid se encuentra con las otras dos y comparte un tierno momento, mientras ellas empiezan a mirar hacia adelante y dejar atrás la pérdida brutal de sus seres queridos. Maggie, de todas formas, quiere saber dónde está la base de operaciones de Negan y eso es algo que el habilidoso Jesus puede hacer. Logra escabullirse en el último camión de carga en el que los Salvadores se llevan su botín, solo para descubrir que es el segundo polizón a bordo, detrás de un decidido Carl. Quizás se pueda ver su destino en el siguiente episodio o quizás haya que esperar un poco más, podríamos ver también qué es la misión hacia el norte que emprendió Rick en los primeros minutos…

«Go Getters» es otro ejemplo más del ritmo que The Walking Dead sigue a cada temporada, en otro pequeño paso hacia el midseason que dejará al público hambriento de más y lo suficientemente enganchado para sintonizar meses más tarde. Tiene el plus de haberse enfocado en personajes a los que se le dedicó cero tiempo de pantalla en los últimos episodios, a la vez que demostró que se puede tocar más de una línea argumental en simultáneo. Cual si fuera una partida de ajedrez, hay una estrategia a largo plazo en práctica. Para que funcione, necesita varios movimientos en un mismo sentido. Estos últimos capítulos se han sentido así, como avances prácticamente nulos en un juego más grande, como si ya se pensara en el siguiente partido, en la temporada 8. Y este hacer tiempo hasta entonces parece ser un desperdicio de lo que podría haber sido una temporada excelente, con los mejores antagonistas hasta el momento. ¿Qué opinan?

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