Crítica de Crol

A partir de su obra teatral Crol. Pequeño homenaje a nadadores pioneros, la actriz, directora y dramaturga Verónica Schneck compone un sentido viaje del recuerdo que comienza como una oda a la natación competitiva de resistencia, pero que luego va virando su curso y explora otras vetas emocionales durante hora y media de travesía al pasado.

El escenario de la acción es Coronda, Entre Ríos, y el ojo de la realizadora se posa sobre una de las maratones más vistosas del mundo. Un puñado de nadadores de todas partes del globo acuden a una competencia atroz a través del agua, para alzarse con el premio mayor. Pero en el camino quedan sueños y esperanzas, tanto de una joven que siente que el agua es el medio para relajarse, como para una retirada ex-nadadora anciana, una leyenda local que vive para rememorar esas horas que pasaba rompiendo barreras y esquemas a diestra y siniestra. Porque esta vertiente de nado no es la típica que se ve en las Olimpíadas, sino una más peligrosa y desgastante, una que implica que sus participantes crucen un río durante 24 horas y corran el riesgo de morir ahogados si no tienen un grupo de contención o la ayuda musical de amigos y familiares al son de un acordeón.

En medio de esta evento deportivo anual, los testimonios de la creación de dicha carrera se hacen presentes para rememorar los comienzos de tamaña pasión. Tal es el caso de Teresa Plans, recluida en un geriátrico desde donde le cuenta a la cámara cómo se escapaba de su casa para entrenar y convertirse en un mito viviente al transitar a los 19 años el río Paraná, desde Santa Fe hasta Coronda en plena tormenta, cubriendo 85 kilómetros contra toda adversidad. El coste de tal hazaña fue contundente: al mismo tiempo que se mitificó con sus acciones, su padre le prohibió terminantemente volver a nadar. Y es en esa burbuja temporal donde Teresa vive, añorando el tacto y el dolor que el agua le trajo, pero también la gloria que ganó con su osadía. Ella también recuerda a otra adelantada, la joven Lilian Harrison, que a la misma edad cruzó el Río de la Plata desde Uruguay hasta nuestras costas. El documental de Schneck recupera la historia olvidada de estas pioneras, a la vez que realza la dedicación que le insuflaron a los deportistas locales, incluida una visita del mítico Johnny Weissmuller, uno de los Tarzanes más recordados, a la ciudad.

Crol es un viaje onírico a través de una rama de la natación que no se ve todos los días, una que alimenta el alma de aquellos que compiten, sin importar la mella que deja en sus ateridos cuerpos luego de nadar incontables horas. Pero la pasión es lo que los mueve y así lo identifica el desgarrador testimonio final de una de las nadadoras, que seguro dejará huellas en el espectador, tanta huella como la que dejaron en sus momentos de gloria años atrás estas lumbreras del agua.

 

 

 

 

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