Crítica de Ak-Nyeo / The Villainess

Una asesina despiadada llamada Sook-hee se convierte en un agente durmiente de la Inteligencia de Corea del Sur. Esta agencia promete su libertad después de 10 años de servicio; sin embargo, dos hombres de su pasado hacen una aparición inesperada en su vida.

Después de lo que significó a nivel mundial el suceso de Train to Busan (2016) y The Wailing (2016), el cine surcoreano vuelve a demostrar el poderío y la calidad de su industria con The Villainess, un thriller que conjuga la más desencadenada acción junto con el gore y el policial. Intrigas, laberintos, traiciones y agentes de inteligencia desfilando por las calles de Corea, todo con la profundidad a la que nos tienen acostumbrados.

El primer plano es un largo pasillo con puertas a los costados. Un lugar que no parece muy cuidado y la luz que oscila entre el blanco y el verde traen un pensamiento obvio para cualquiera que conozca la gran película coreana de lo que va del milenio: Oldboy (2003). La cámara comienza a moverse hacia adelante cuando de pronto un hombre mira hacia ella y empieza a avanzar en dirección a nosotros para, antes de llegar, ser derribado por una mano que sale desde nuestro punto de vista. De pronto las sospechas se confirman, estamos ante una subjetiva de una asesina que da muerte a cualquiera que se le cruza por su camino. Durante al menos 10 minutos, el film nos introduce a la narración a través de un plano secuencia demencial, en el que las referencias al film de Park Chan-wook supuran por doquier.

El director Byung-gil Jung manifiesta una irresistible intención porque cada secuencia de acción posea un nivel de espectacularidad al mejor estilo videojuego, lo que por momentos llega a ser pesado dada la duración de las mismas. Aún así, logra transmitir toda la adrenalina y el descontrol que proponen las coreografías, ya que también logra articularlas con un importante desarrollo de la protagonista, la agente Sook-hee.

The Villainess no se queda solo en la acción por sí misma, sino que demuestra una preocupación por las relaciones entre personajes, lo que permite una identificación todavía mayor con ellos. El film ofrece un juego de sufrimientos y traiciones enmarcados en varios conflictos y secretos, que llevan la tensión al máximo y hasta el final. La historia de Sook-hee hace un ida y vuelta a través de flashbacks -uno de ellos un gran homenaje a Kill Bill-, con tal de ir dejando pequeñas pistas acerca del conflicto principal en el que la protagonista está sumergida. Sin embargo, tales pistas no hacen otra cosa más que generar nuevas preguntas y menos certezas, con una inquietud que crece hasta el límite.

The Villainess, sin alcanzar el nivel de las últimas entregas coreanas que han llegado a nuestros pagos, igualmente demuestra el aire fresco que dicha industria representa para el cine contemporáneo. Con el énfasis puesto en la espectacularidad, la acción y el entretenimiento, demuestra un gran interés en narrar historias de seres humanos con sus aciertos, errores, dichas y penurias. Es en esta hermosa conjugación donde el cine de Corea del Sur exprime todo su jugo.

estrella35

 

 

 

 

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