Crítica de Soldado

Un chico de 19 años decide sumarse al ejército. Le asignan el puesto de tambor en la banda militar y su nueva rutina combina entrenamiento de guerra con ensayos musicales ¿Qué significa ser soldado en un país sin guerras?

Soldado

Juan José González podría pertenecer al mundo de la ficción, pero no. Es un personaje real, existe y es el protagonista de Soldado. La imagen abre con el playón del Regimiento de Infantería 1 de Patricios, en un plano general e incómodo. Los minutos pasan y los soldados llegan, forman, se equivocan, mientras la cámara espera; somos nosotros: estamos lejos, entrando.

Ese primer plano expone el estado distante de nuestra mirada inicial, pero también le da forma a lo observacional de la propuesta. De esta manera lo lejano se empieza a acercar, a medida que destrabamos el acceso a los rincones del regimiento y por ende a la vida de Juan. Estamos ante la historia de formación de un soldado, lo que hace doblemente interesante el recorrido del documental. Manuel Abramovich elige poner el foco en lo nuevo de esa vida, en su descubrimiento y su aceptación.

Soldado

Ya lo dice el protagonista, al responder el por qué de querer ser militar: «Porque me gusta, y para hacer feliz a mi mamá». Esa frase dibuja un camino variopinto de interpretaciones frente a la rutina militar y a la vida neófita de Juan en el regimiento. Por momentos los diálogos se acercan bastante al terreno de la ficción por su resolución casi paródica, pero a medida que se suceden esos momentos queda claro que esa lectura dependerá del juicio que tengamos al mirar ese mundo, y los interrogantes que nos planteemos también, como espectadores.

Soldado construye un gran relato acerca de la percepción del mundo militar a través de los ojos de Juan, pero también a través de los nuestros. Lo hipnótico de la rutina de una vida nueva, más allá de los juicios preestablecidos, convierten a la película en un logro enorme dentro del mundo documental, y es en la ambigüedad irónica de la puesta de Abramovich donde se esconde el corazón de la película, el del mismísimo soldado.

estrella4

 

 

 

 

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