Crítica de The Discovery

Se ambienta un año después de un descubrimiento que cambiaría al mundo: la comprobación de la vida después de la muerte, lo que ha llevado a millones de suicidios de personas que creen que esto es como apretar un botón de reinicio.

The Discovery

A medida que Netflix crece exponencialmente, no sólo se limita a crear contenido en diversas series, sino que produce películas que apuntan a llegar hasta los Premios Oscar. Para seguir expandiéndose, debe buscar otros horizontes y su nuevo territorio de caza es el reconocido Festival de Sundance. Tras una rotunda salida dentro del círculo indie con la intrigante The One I Love en 2014, Charlie McDowell redobló su propia apuesta con The Discovery, que cuenta con una premisa inquietante pero se desinfla con el correr del metraje.

Los primeros minutos, esa escena del inicio, es la mejor carta de presentación con la que cuenta el film. Perturbadora y magnética, el descubrimiento científico del doctor Thomas Harbor -el pilar actoral que es Robert Redford– de una vida después de la muerte hace una introducción aplastante, con la cual este drama existencial arroja interrogantes que el guión del mismo McDowell y Justin Hader se encargará de desenredar durante el transcurso de la investigación. Las pruebas fehacientes de que existe un Más Allá han llevado a la humanidad a arrojarse ciegamente al otro plano, para «llegar ahí» como mencionan constantemente los personajes. En el meollo de la cuestión se encuentra Will (Jason Segel), que en un viaje en ferry para visitar a su familia se encuentra con la combativa Isla (Rooney Mara), con quien entabla una curiosa relación, digamos algo romántica.

The Discovery

Por el lado de la intriga de ciencia ficción, The Discovery exulta las preguntas que todos alguna vez nos hicimos sobre la vida y la muerte, y la ficticia exploración a base de hechos mantiene al espectador al filo del asiento. Redford, Segel, Mara y los secundarios que los rodean –Jesse Plemons, Riley Keough– hacen un buen equipo de investigación, donde cada indicio lleva a una fase siguiente del descubrimiento que abre nuevos caminos de pensamiento. Por desgracia, el costado científico le va dejando paso al romance entre los personajes de Segel y Mara, y la película va perdiendo lo que la hacía superlativamente interesante. Por un lado, la dupla hace un buen trabajo con cada papel correspondiente; a Jason el drama le sienta muy bien y a Rooney se sabe que le encantan los papeles enérgicos y desequilibrados. El problema es cuando tienen que acercarse en forma amorosa, dado que en verdad no tienen mucha química para vender lo que sucede en pantalla. Suenan aburridos y los giros dramáticos que expone el acto final simplemente caen en saco roto, por la falta de carisma que tienen como pareja.

Entrados a la recta definitiva, nada sorprende en The Discovery. No hay duda que el elenco hizo lo mejor que pudo, pero la película que comienza no es la misma que concluye. Lo que arranca como una exploración factual y absoluta de lo que conocemos como ultratumba termina haciendo aguas con derroteros narrativos muy conocidos y previsibles, lo cual es una lástima dado que el concepto y la ejecución inicial eran brillantes.

estrella25

 

 

 

 

[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]