Crítica de Ferdinand

Ambientada en España, esta cuenta la historia de un toro gigante con un gran corazón. Tras ser confundido con una bestia peligrosa, es capturado y alejado de su hogar.

Ferdinand

El primer estreno animado del año en Argentina lo tiene Ferdinand (Olé, el Viaje de Ferdinand para Latinoamérica). Basada en la historia para niños publicada en 1936, la historia de este simpático toro es traída por Blue Sky Studios -creadores de La Era del Hielo, Rio y Snoopy & Charlie Brown-, propiedad de 20th Century Fox. La película está dirigida nuevamente por el brasileño Carlos Saldanha (Rio, La Era del Hielo 2) y con la participación de John Cena (Daddy’s Home 1 y 2), Anthony Anderson (Law & Order), Bobby Cannavale Jumanji: Welcome to the Jungle) y Kate McKinnon (Ghostbusters) en voces.

Desde muy pequeño, Ferdinand se diferenció de otros toros por ser amante de la naturaleza y las flores, y por no querer competir contra toreros y utilizar la violencia. Luego de escaparse del establo donde era criado para competición, es adoptado por una niña y su padre agricultor. Pero luego de años, tras un percance en un pueblo español debido a su gran tamaño, es enviado nuevamente al lugar donde creció, dónde intentan prepararlo para competir contra El Primero, un torero campeón que busca enfrentarse al mejor toro previo a su retiro. Así Ferdinand, con la ayuda de su cabra amiga Lupe, deberán ayudar al resto de los toros a escapar del lugar y volver a su hogar.

Ferdinand

Poco podemos discutir sobre el trabajo de Saldanha en películas animadas. Su realización es correcta, con una animación más que pulcra y funcional a la historia. Esta vez, no obstante, algunos de los temas que generan problemas se dan en el guión, escrito por Robert L. Baird, Tim Federle y Brad Copeland (Arrested Development, My Name Is Earl). Por momentos la película puede resultar larga, más allá de que sea una buena historia y que no genere tantas vueltas en su trama. Sin embargo, no por eso no deja ser entretenida y con un muy buen tercer acto. Intencional o no, el sentido y el concepto que trabaja ayuda a que los personajes se desarrollen y queden bien humanizados.

Otro de los problemas es que no todos los personajes logran generar empatía. Lupe, uno que cumple el rol de sidekick de Ferdinand, puede resultar un poco molesto y no funciona todo el humor que se le busca atribuir. Sí creo que el resto de los toros, amigos y contrincantes a su vez, tienen caracterizaciones que los diferencian pero terminan por importarles al espectador. Sobre todo Valiente, un toro engreído y competitivo, termina siendo un personaje que genera afecto.

Pese a estas pequeñas fallas en algunos de los personajes y en ciertas cosas del guión, son indudables los momentos divertidos, la linda historia que cuenta y un muy buen mensaje, que hace mucho no es tocado en una película para chicos de animación. Ferdinand es una buena opción para los niños y las familias que quieran ir a disfrutar un rato del cine.

estrella3

 

 

 

 

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