Algunas líneas sobre The Rain

Después de que un virus brutal aniquila a la mayor parte de la población, dos jóvenes hermanos se embarcan en la peligrosa búsqueda de seguridad.

The Rain

Con los tentáculos de Netflix ahora extendidos hasta más allá del horizonte, semana a semana nos llueven, ejem, productos de diferentes nacionalidades para un rápido consumo en sesiones maratónicas. Cada país parece tener su oportunidad de conquistar al mercado y, como da la sensación de que lo post-apocalíptico nunca pasa de moda, ahora Dinamarca se aventura al futuro con The Rain, un fin del mundo juvenil que tiene tantos méritos como pasos en falso.

Creada por Jannik Tai Mosholt, Christian Potalivo y Esben Toft Jacobsen, esta> encuentra su amenaza en el título homónimo, una lluvia repentina que mata a la población casi instantáneamente, y contagia al resto. Los hermanos Simone y Rasmus –Alba August y Lucas Lynggaard Tønnesen– son rescatados por su padre científico y puestos a resguardo en un búnker, en el cual deberán sobrevivir durante unos largos seis años ya que una mala pasada los deja casi de forma inmediata sin supervisión adulta. El primer episodio debe lograr muchas cosas, siendo lo fundamental capturar la atención de la audiencia, pero no siempre lo consigue. Simone es una adolescente que de buenas a primeras debe hacerse cargo de su hermano menor, y los momentos que pasa a solas tratando de consolarse demuestran un gran trasfondo dramático de parte de August. Alrededor del núcleo fraternal se construye el misterio del apocalipsis acuoso -corporación siniestra mediante- y a medida que los jóvenes se las vayan ingeniando para obtener datos sobre el mundo exterior es que la historia se va expandiendo poco a poco.

The Rain

El primer capítulo puede poner a prueba al espectador, sobre todo cuando varias decisiones de los protagonistas con respecto a su instinto de supervivencia generen quejas sobre su proceder, pero quédense tranquilos que para los últimos minutos y los primeros del segundo la dinámica del dúo pasa a ser grupal con la aparición del resto de los supervivientes a los que les seguiremos los pasos. Lo que continúa es una aventura en conjunto, con distintos flashbacks enfocados en cada integrante de la partida, que tendrán menor o mayor peso emocional dependiendo la historia pre-lluvia de cada uno. Si sumamos una agradable edición que hace que la acción fluya entre la adrenalina y los momentos contemplativos de cada cual, podemos decir que estamos en presencia de un producto manufacturado hasta el más mínimo detalle para su pronta ingesta.

Pero no todo es color de rosas. Hay dos grandes problemas que The Rain no puede superar, y uno de ellos es su aparente falta de creatividad. Básicamente no hay que haber visto nada del género para disfrutarla sin reparos, pero si se cuenta con dos o más compañeras de género encima todo parecerá repetitivo y hasta frustrante. Es una mezcla entre The Walking Dead y The 100 pero con acento danés, y hasta en esas series hay una mayor profundidad que en varios trayectos que transita la serie nórdica, aún cuando la de los zombies por antonomasia ya se haya pasado de su fecha de vencimiento. El otro problema, una trampa recurrente que parece requisito en el subgénero, es el romance juvenil, que afecta la fluidez de la tensión por sobrevivir con problemas de pareja que no llevan a ningún lado y se ven insertados en la trama para ocupar tiempo en llegar de un punto A a uno B. Si a eso le agregamos una estruendosa banda sonora que arremete contra los sentidos en los momentos más inoportunos, parecería que está todo perdido.

Sin embargo, la serie funciona. A pesar de no tener méritos mayores que el de entretener, la dirección de Kenneth Kainz y Natasha Arthy -se ocuparon de la mitad de los 8 episodios cada uno- captura la belleza escandinava de un futuro en ruinas, donde hasta la pisada de un charco o una filtración de techo están cargadas de tensión y resultan una amenaza para el grupo de sobrevivientes. Con una aceptable duración entre episodio y episodio, que varían entre los 35 hasta 48 minutos el más extenso, The Rain se deja ver en cómodas cuotas y hasta los más ansiosos pueden terminarla en un mismo día, ya que no lleva más de seis horas de consumo. Podrá no ser novedosa, pecará de molesta a momentos y hasta tirará algunas reglas por la ventana en sus capítulos finales, pero en general es un buen producto para ver un fin de semana lluvioso.

estrella35

 

 

 

 

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