Crítica de Los Vagos

Ernesto y Paula, novios desde la adolescencia, vuelven al verano tropical de Misiones a reencontrarse con familia y amigos. Al llegar a su tierra natal, él se deja arrebatar por las andanzas de “Los Vagos”, que se empeñan en prolongar la adolescencia en lugar de asumir la adultez.

Los Vagos

Ernesto es de Posadas y estudia en Capital. Terminó de cursar y, como todos los veranos, vuelve a su casa y se reencuentra con su grupo de amigos de toda la vida. Ninguno está en la adolescencia, de hecho algunos ya están recibidos o camino a eso, pero cuando están juntos vuelven a comportarse como púberes. Esta historia es, en parte, sobre dejar ir una etapa y cómo eso interpela a cada uno. Los Vagos es la ópera prima de Gustavo Biazzi y nos muestra de una forma original y genuina lo que significa crecer.

Podría ser catalogada como coming of age, porque el género no le pertenece solo a las secundarias norteamericanas y a sus fiestas con vasos rojos. No, es aquel que muestra los conflictos, las alegrías y todo lo que pasa en el medio de superar una etapa. Ernesto (Agustín Avalos) y sus amigos salen, van al río, comen asados y cuando no hablan de mujeres están hablando de teorías sociológicas. Desde un principio se muestra que los personajes son tridimensionales, por lo menos los de los vagos. De vacaciones sus intereses se reducen a estar juntos, «conseguir minas», andar en lancha, salir y tomar. Pero vemos que hay mucho más de ellos, que Ernesto es mucho más que eso.

Los Vagos

Historias de amor y desamor. Decepciones, ilusiones. Salidas que duran hasta el amanecer. En algunas terminan cantando, en otras contemplando cómo todo pudo salir tan mal. La película nos muestra una historia simple y ahí yace su importancia. No hay un gran conflicto, un drama tremendo, una situación límite. No, lo que pasa es la vida y hay grandeza en narrar una historia cotidiana. Biazzi lo hace. Otro gran logro es no caer en el uso de la nostalgia, es más un pasar y un recuerdo con afecto de un tiempo que ya pasó.

Las actuaciones son reales, creíbles, honestas. Además, la forma en que está filmada hace que el espectador sienta que por momentos es parte del grupo y que en otros mire desde afuera, casi espiando. Esto también es lo que les pasa a ellos. Los Vagos es otra demostración de que el país tiene grandes talentos audiovisuales y que se pueden encontrar más allá de los límites de la General Paz.

estrella35

 

 

 

 

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