Crítica de Ralph Breaks the Internet

Esta secuela deja atrás los arcades de Litwak para adentrarse en el inexplorado, enorme y apasionante mundo de la Internet, que podría sobrevivir o no a la demolición del protagonista.

Ralph Breaks the Internet

Ralph y Vanellope sigue siendo amigos, los mejores amigos. Todas las noches, después de que cierra el arcade, se juntan en la taberna para hablar de su día. Él adora esa rutina, es la mejor parte de su día. Ella, en cambio, necesita algo más. Ralph Breaks the Internet es la secuela de la exitosa Wreck-It Ralph; tomando todos los elementos que hicieron de la primera algo único y agregando otros, Disney nos entrega una de las mejores animaciones de los últimos años.

Seis años pasaron desde que Ralph (John C. Reilly) aceptó que era un villano y que eso estaba bien, que su rol en el videojuego no lo definía como persona pero que al mismo tiempo era algo fundamental de su identidad. Vanellope (Sarah Silverman) sigue con su falla y ganando todas las carreras en Candy Rush, pero la previsibilidad y rutina la aburren, siente que tiene que haber algo más. La historia va escalando y, así como la trama avanza, también lo hacen los mensajes que quiere dejar. Las películas de Disney suelen ser muy lineales en este sentido y muchas veces parecen quedarse en la superficie. Esta se siente más Pixar en ese sentido, con enseñanzas y mensajes que trascienden la historia y le hablan a todas las generaciones.

Ralph Breaks the Internet

Desde el punto de vista técnico es impecable, la animación es hermosa, cada escena es cautivadora y los diseños de los nuevos personajes son encantadores. Desde una piloto de carreras intrépida de un juego online, Shank (Gal Gadot) hasta Yess (Taraji P. Henson), el algoritmo principal de BuzzTube. Lo que hacen con la representación de la red es similar a lo que Pixar hizo hace un par de años con la mente en Inside Out, toman conceptos abstractos y los personifican con formas increíblemente acertadas. Además de ponerle cara y personalidad a los buscadores y redes sociales que usamos todos los días, la película también se encarga de hacer una bajada de línea consiente sobre el uso de Internet y las inseguridades que esto puede desatar.

Entre Ralph y Vanellope recorrerán diferentes lugares de la web, desde un juego que es todo lo que ella siempre soñó hasta el castillo de las princesas de Disney –una de las escenas más anticipadas de esta película y uno de los mejores momentos-. Ninguna de las escenas está de más, cada lugar que recorren responde a un motivo o dispara un arco, la película es muy inteligente en este sentido y logra desarrollar más de un conflicto principal haciendo que la historia sea muchísimo más interesante que la anterior.

Ralph Breaks the Internet, dirigida por Rich Moore y Phil Johnston, es una historia de amistad, de búsqueda de sentido, de superación de los miedos. Es una animación tierna, divertida, por momentos profunda y emocionante y por otros hilarante. Disney vuelve a entregar una película que le habla a todas las generaciones, una joya que se disfruta de principio a fin y una opción ideal para empezar el año viendo buen cine.

estrella5

 

 

 

 

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