Al Pacino, un gigante en envase diminuto

El estreno de The Irishman permite poner en perspectiva el medio siglo de carrera frente a cámaras de este maestro.

Al Pacino, young, joven

Alfredo James Pacino, icónico intérprete contemporáneo que no necesita introducción alguna, descubrió la actuación a temprana edad mientras crecía en su barrio. Ganador de dos premios Tony, Pacino ha estado nominado al Premio de la Academia en ocho ocasiones hasta la fecha. Su filmografía no destaca especialmente por la cantidad, aunque sí por la calidad de títulos en los que ha participado. Actor partidario del «Método», formado en el Actors Studio y profundo admirador de Lawrence Olivier, su gran pasión fue William Shakespeare, de quien se daría el lujo de abordar su obra en varias ocasiones a lo largo de su trayectoria.

Nativo de Manhattan (Nueva York), Pacino creció profesionalmente en el circuito de teatro underground, camino que lo llevó al Herbert Berghof Studio (HB Studio) donde conoció al veterano actor Charles Laughton, quien se transformaría en su mentor. Con los años se convertiría en aprendiz de Lee Strasberg, al frente de la conocida Academia de Actuación neoyorquina. Punto de inflexión notable en el destino artístico del actor, Strasberg fue el responsable de que abandonara su pasado errante y se dedicara a la actuación.

Al Pacino, The Godfather, Michael Corleone, El Padrino

Cabe destacar que, desde el año 2009, Al Pacino es co-presidente de la mencionada escuela, junto con Ellen Burstyn y Harvey Keitel. Con la obra teatral «The Indian Wants the Bronx» (1965) viajó a Italia, hecho que representó una conexión con sus raíces más íntimas, que más tarde recordó como una experiencia inolvidable. Al año siguiente Pacino hizo su debut en Broadway en la obra «Does a Tiger Wear a Necktie?» (1967), de Don Petersen. Después de sus exitosas representaciones, recibió excelentes críticas y ganó el prestigioso Premio Tony. Todos comenzaban a hablar acerca del talento descomunal de este diminuto ítalo-americano.

Tras su éxito teatral, hizo su debut en el cine en 1969 con una aparición breve en Me, Natalie (1969), una película de corte independiente. En 1970, firmó con la agencia de talentos Creative Management Associates (CMA) y protagonizó la polémica y provocadora The Panic in Needle Park (Pánico en el Parque, 1971). Su ascenso al estrellato vino de la mano del personaje de Michael Corleone, a quien interpretó en la triple saga de The Godfather (El Padrino, 1972). A pesar de que numerosos actores ya consagrados como Robert Redford y Warren Beatty fueron considerados para este personaje, Francis Ford Coppola eligió al relativamente desconocido Pacino. Tras repetir su papel en la exitosa secuela, en 1975 logró otro gran éxito con el lanzamiento de Dog Day Afternoon (Tarde de Perros), la controvertida historia de un publicitado robo a un banco. La película fue dirigida por Sidney Lumet, quien también lo dirigió en Serpico unos años antes. Con ambas películas, Pacino consiguió nominaciones al Oscar al Mejor Actor.

Al Pacino, Serpico, Frank Serpico

Su carrera cinematográfica sufrió intermitencias a principios de los años ’80, y sus trabajos en Cruising (A la Caza, 1980) y Author! Author! (¡Qué buena madre es mi padre!, 1982) fueron fracasos en la crítica y taquilla. Sin embargo, con Scarface (Caracortada, 1983), dirigida por Brian De Palma, su popularidad y favoritismo en el ambiente volvieron a la cima gracias a su brillante encarnación de Tony Montana, un papel hecho a su medida en donde superó las expectativas respecto a un rol que ya interpretara Paul Muni para la versión original del film en 1932. No volvería a trabajar en cine hasta Revolution (Revolución, 1985), épica criticada por la prensa y olvidada por la taquilla. Desalentado, Pacino eligió incursionar en la gran pantalla cada vez más esporádicamente, en contraste con sus avasallantes comienzos una década atrás. Tras los altibajos mencionados, el intérprete regresó al teatro y remarcó su hiato cinematográfico al interpretar con solvencia «El resistible ascenso de Arturo Ui» (1987). Sin embargo, su mayor éxito teatral de la década fue «American Buffalo» (1988), del brillante David Mamet, por la cual fue nominado a un premio Drama Desk, engrosando su inigualable palmarés.

Junto al director David Wheeler y a la Theater Company of Boston, realizó una versión en formato de película de «The Local Stigmatic» que fue estrenada fuera del circuito comercial en 1990. A finales de los ’80, Pacino regresó al cine en con Sea of Love (Prohibida Obsesión, 1989), impecable thriller con cuotas de erotismo que funcionó correctamente en taquilla y que lo devolvió al lugar de prestigio conseguido. Luego trabajaría a las órdenes de Warren Beaty, recibiendo una nominación al Oscar por interpretar a Big Boy Caprice en la taquillera Dick Tracy (1990), seguido del retorno a uno de sus personajes más famosos, Michael Corleone en El Padrino – Parte III (1990), film en el que Coppola clausuró la mentada saga.

Al Pacino, Scarface, Caracortada, Tony Montana

En 1991, Pacino protagonizó la romántica Frankie and Johnny, con Michelle Pfeiffer y, posteriormente, obtuvo el rol de su vida al interpretar al teniente Frank Slade en la remake de Scent of a Woman (Perfume de Mujer, 1992). Finalmente, el virtuoso intérprete había sido recompensado con el galardón mayor: el Premio Oscar al Mejor Actor. Ese mismo año, también fue nominado para la categoría de Mejor Actor de Reparto por Glengarry Glen Ross, hito que lo convirtió en el primer intérprete en recibir dos nominaciones por dos películas diferentes en el mismo año, y de ganar para el papel principal –Jamie Foxx lo igualaría en 2004-.

En 1995 participó en la soberbia Heat (Fuego contra Fuego) de Michael Mann, film en el que aparece junto al ícono cinematográfico Robert De Niro en pantalla por primera vez -aunque ambos participaron en El Padrino – Parte II, no compartían ninguna escena-. Este policial creó una enorme expectativa debido a su nutrido elenco de protagonistas, recibiendo críticas muy favorables y siendo considerado uno de los ejemplares en su género más contundentes de la década.

Al Pacino, Scent of a Woman, Perfume de Mujer, Frank Slade

Pacino concibió su debut como director en el largometraje Looking for Richard (1996), una adaptación documental libre y sentida del clásico shakespeariano. Luego sería elogiado por su temible papel en el thriller sobrenatural The Devil’s Advocate (El Abogado del Diablo) en 1997. Dos años después, continuaría la senda con una gran forma interpretativa: protagonizó el drama deportivo Any Given Sunday (Un Domingo Cualquiera), de Oliver Stone, y la multi nominada al Oscar The Insider (El Informante), otra vez a las órdenes de Michael Mann.

Lejos del retiro y luego de un par de años en el ostracismo, Pacino recobró su mejor nivel en 2002 con el thriller Insomnia (Noches Blancas) de Christopher Nolan y en Angels in America, el telefilm de Mike Nichols y HBO en el que interpretó de forma magistral al polémico Roy Cohn. Su próxima gran interpretación en pantalla fue para The Merchant of Venice (El Mercader de Venecia) en 2005, otra de sus incursiones hacia su predilecto universo de Shakespeare, esta vez dirigido por Michael Radford. Mientras tanto, Pacino prosiguió su interés por la dirección, y su película de corte experimental Chinese Coffee (2000) obtuvo buena respuesta, aun siendo un proyecto enteramente independiente, al igual que su sucesora Salomé (2013).

Al Pacino, Insomnia, Christopher Nolan, Noches Blancas

Como corolario a una década intensa, en la entrega especial AFI’s 100 Years of Cinema: 100 Heroes and Villains es el único actor que aparece en ambas listas. Podemos encontrarlo en la «lista de héroes» como Frank Serpico y también en la «lista de villanos» como Michael Corleone, quizás sus dos composiciones más recordadas. Entre otras distinciones, la Prensa Extranjera de Hollywood le confirió su premio Cecil B. De Mille a la trayectoria en la ceremonia de los Globos de Oro del 2001. Más adelante, en 2006 y para la 35º entrega anual del AFI Life Achievement Award a la trayectoria artística, Al Pacino fue merecidamente reconocido. El intérprete recibió su premio en el Kodak Theatre, donde fue homenajeado por un centenar de personalidades del espectáculo, quienes se turnaron para hablar y dedicarle su respeto y admiración.

Aún tomando riesgos creativos que lo alejen del éxito de taquilla, Pacino continúa preparando nuevos proyectos y mantiene activa su carrera a casi 50 años de su debut en pantalla. En 2008, protagonizó la aventura de casinos Ocean’s Thirteen de Steven Soderbergh y junto a un elenco estelar, en tanto que con dispar suerte estrenó Righteous Kill (Asesinato Justo, 2008), film en donde vuelve a coincidir con De Niro.

Al Pacino, The Irishman, Jimmy Hoffa, 2019, El Irlandés, Netflix

Entre otras incursiones destacadas, sus más recientes sucesos fueron para la cadena HBO y de la mano de Barry Levinson: You Don’t Know Jack (2010), donde interpreta al cuestionado Dr. Jack Kevorkian y Paterno (2017), poniéndose en la piel del homónimo y polémico entrenador de fútbol americano. A sus 79 años, la presente temporada cinematográfica lo encontró participando de forma secundaria en el último film de Quentin Tarantino (Once Upon a Time… in Hollywood) y poniéndose a las órdenes de Martin Scorsese para una película de dimensiones épicas como es The Irishman (El Irlandés).

La profundidad de su arte es sólo superada por la generosidad de su espíritu, evidente en la calidez de su enorme y rebelde corazón. Pacino es dueño de un inmenso sentido del humor y un intenso amor por su oficio, así como el reconocimiento de sus colegas atestigua. Camaleónico, pasional y comprometido con sus personajes al borde de la total transformación. Imponente en pantalla -a pesar de su escaso 1,70 de estatura-, marcó a fuego a una prolífica generación de actores. Portador de una sonrisa marca registrada, una gestualidad corporal innata y una voz ronca incomparable, su entrega total transformó el arte interpretativo por siempre.