Arcane, el fantástico universo de League of Legends al alcance de las manos

Algunas líneas sobre la mejor serie animada del año.

La gran apuesta que Netflix hizo en torno a la animación no le debe ser indiferente a nadie y es que, antes de la compañía, la animación estaba encasillada en el producto familiar e infantil, mientras que lo más transgresor y bizarro era escaso y de nicho. La plataforma no solo nos ha traído productos de altísima calidad sino que también ha masificado el género, ha diversificado la industria y ha arriesgado con éxito en la adaptación de videojuegos como Castlevania y Dota. Ahora, la fantástica Arcane demuestra con contundencia que la animación es un excelente recurso narrativo para expandir el universo de los videojuegos.

No cometeré la osadía de intentar explicar el mundo de League of Legends (LoL) pues no lo conozco, es justo el tipo de videojuego que no suelo jugar; sin embargo, no puedo desmerecer el vasto mundo y el sin fin de personajes o campeones que comprende este MOBA. Con una producción franco-estadounidense, Arcane fue anunciada durante las celebraciones del décimo aniversario de League of Legends y, aunque la pandemia retrasara su estreno, desde el mes de noviembre integra el catálogo. La serie está dividida en tres actos, de tres episodios cada uno, lanzados a lo largo de tres semanas consecutivas. Terminada su primera temporada ya se ha confirmado la segunda.

La trama de Arcane se desarrolla en las ciudades de Piltover y Zaun. Las tensiones entre estas dos ciudades se desbordan cuando en la primera, una ciudad académica y científica, se crea el Hextech, una forma en que cualquier persona es capaz de controlar la energía mágica; mientras que en Zaun se crea una nueva droga que transforma a los humanos en monstruos con el fin de derrocar a la cúpula política de Piltover, donde se ha colocado el progreso por encima de la moralidad. Esta rivalidad entre las dos ciudades divide a familias y amigos, lo que da vida a las relaciones que dan forma a algunos de los famosos campeones de LoL, tales como: Vi, Jinx, Caitlyn, Jayce, Viktor, Ekko y Heimerdinger.

Si bien el catálogo de Netfix es algo azaroso en lo que casi nunca decepciona es en animación, siendo la plataforma de streaming que más apuesta al rubro. Por ello, Arcane no me fue indiferente desde el primer vistazo. Siendo honesta descubrí que venía del famoso videojuego después de visionar sus primeros tres episodios, los cuales me dejaron absorta y completamente interesada en lo que vendría a continuación. Una producción que se desea eterna, que cuente más, que no acabe porque se quiere saber todo de su mundo y de cada uno de sus personajes.

Arcane no solo es una delicia audiovisual, sino que tiene un guion fascinante. Parte de un conflicto sencillo en apariencia para sumergir a la audiencia en una lucha de poderes, caos social y corrupción política en medio de la innovación científica y mágica, que se supone traerían progreso y paz según los pensamientos utópicos de ciertos personajes. De este modo, ya de partida tenemos una trama compleja, con personajes tridimensionales y motivaciones honestas.

La serie no se limita a hacer un recorrido por las historias de los campeones del juego, lo que hace es sumergir a la audiencia común y a sus fans en un infinito «¿por qué?», que coloca a ambos tipos de espectadores en las mismas condiciones. En medio de las dudas, Arcane tendrá la oportunidad de mostrarnos personajes que duelen, rotos, idealistas, anarquistas, rebeldes, sinceros, moribundos, oportunistas, combativos, inteligentes y torpes; y los mostrará tal cual son y el motivo por el que son así, logrando que los espectadores empaticen casi instantáneamente con ellos.

Cabe decir que va mucho más allá de una historia de los de arriba y los de abajo: nadie es realmente malo y nadie es realmente bueno, los que tienen poder desean conservarlo y para ello velarán por sus propios intereses. Cada lado creerá tener respuestas y soluciones para evitar un conflicto, pero siempre vistas desde sus propias perspectivas, mientras que en el medio quedarán personas como nuestras protagonistas, victimas de un sistema que no funciona y que se perpetúa en aras de la «tranquilidad». La serie no pierde un momento para liberarse del estigma del videojuego -que podría darle un halo de superficialidad- y plantea un drama sociopolítico de acción. Piltover crece y prospera a partir de un gran descubrimiento, algo revolucionario creado para ayudar al mundo, pero todo tomará un revés debido a las terribles condiciones en las que vive la población de Zaun, marginada, carente de alimento y llena de traficantes y mafiosos. A los que toman las decisiones no les importa el caos de Zaun, solo quieren mantener el status quo y sus privilegios. Dicho esto, lo más valioso de Arcane es el fondo, sentiremos la impotencia de la injusticia social, veremos que la solución pasa por la voluntad política -la cual termina siendo un recurso banal-, frente a la impávida mirada de los que más desean el cambio. Cualquier parecido con la realidad, seguro que es pura coincidencia.

No podría pasar por alto al personaje de Jinx, a mi gusto el mejor de la serie, llevándose toda la carga psicológica. A través de ella vemos lo roto que está el mundo de Zaun y lo indiferentes que son los de Piltover. El trauma es brutal y está representado en cada gesto, movimiento o frase del personaje, se lleva las escenas más vistosas e innovadoras, y es que ningún recurso sobra para que la audiencia se divida permanentemente entre la empatía y la desesperanza. Como lo hace Vi, su hermana, queremos recuperarla, pero al igual que ella también sabemos que es imposible.

Otra de las atracciones de la serie, es la manera en la que traen a la mesa la eterna discusión entre ciencia y magia, algo que resuelve muy bien el argumento planteando un mundo en el que ambas son valiosas por igual, pueden convivir y al unirse pueden cambiar al universo, para bien o para mal. Bajo este paraguas, introduce perfectamente temas sobre el poder, el deseo de independencia, la pugna por obtener derechos colectivos, la corrupción de un sistema, el terrorismo y la violencia como respuesta a los problemas; y lo hace sin estorbar en la narrativa. Además, estos aspectos groseros de la sociedad se compensan con aspectos personales valiosos, pues la serie no niega que en medio de tanta arrogancia y miseria también puedan surgir sentimientos hermosos como el amor, la paternidad, la fraternidad, la amistad, la solidaridad, la confianza, y muchos más.

Debo decir que Arcane está plagada de referencias al videojuego y en más de una ocasión se nota que hay momentos y fotogramas hechos para el fan. Sin embargo, esto no rompe con la fluidez de la trama porque tienen sentido y propósito, superando la simplicidad del concepto de fan service. Intuyo que los gamers de LoL deben estar bastante satisfechos.

Para la parte técnica no tengo más que halagos. El diseño de las ciudades, con esa iluminación y esa paleta de colores tan particular de Piltover y Zaun, no solo las contrapone sino que les da personalidad, su propia atmósfera, totalmente coherente con el diseño de los personajes, el cual es fantástico sobre todo porque respeta los diseños del videojuego. La animación puede costar al inicio, especialmente a personas como yo que disfrutan mucho de la animación 2D. Admito que al inicio no me gustó, pero solo me tomó 10 minutos para rendirme con los detalles, podemos ver con fluidez el sudor, los mocos, la sangre, la saliva, el cabello, el humo, el vapor, todo está minuciosamente cuidado para que esta ficción encaje con la realidad. Una animación 3D sobre dibujo 2D, ideal para contar esta historia. Los momentos de acción llegan a ser épicos y fluidos. Visualmente es hermosa, los recursos de animación y la dirección de cámara le dan un sello propio. Otro logro destacable es la banda sonora, contando con una canción original de la banda Imagine Dragons -una de mis favoritas-, con un estupendo cameo de los músicos en versión animada, y es que Arcane lo tiene todo. Ni siquiera voy a esforzarme en pensar en aspectos negativos, porque a mi gusto no los tiene, al margen de algunas exquisiteces por aquí y por allá.

Arcane es la mejor serie de animación del año, un deleite para los fans de LoL como para los neófitos de este universo. Por ello, no podemos más que desear más del show, que cierra esta temporada con un desenlace perfecto, que te deja sin aliento, con un nudo en la garganta y un enorme deseo por el siguiente acto, aunque sabemos que infelizmente no llegará la siguiente semana. Pero llegará.

estrella5

 

 

 

 

[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]