Crítica de 7500

Un vuelo Berlín-París es secuestrado por tres terroristas y, mientras se da esta estresante situación, un joven copiloto deberá negociar con ellos con el fin de mantener el vuelo y a los pasajeros a salvo.

7500, Joseph Gordon-Levitt

Cuando escuché que Amazon Prime Video estrenaría 7500, pensé por un momento que se trataba de aquel fallido filme de «terror» de Takashi Shimizu del 2014. Sin embargo, para mi sorpresa, me encontré con una película que se aleja considerablemente de esta primera.

7500 es el primer largometraje del director alemán Patrick Vollrath, quien logra -con un bajo presupuesto- narrarnos una historia llena de suspenso, tensión y adrenalina. Aunque la premisa resulta sencilla, su desarrollo es tan logrado que podemos pensar que nos encontramos con una historia basada en hechos reales.

En tan sólo 90 minutos, el realizador nos muestra cómo tres terroristas musulmanes quieren hacerse con el control de un avión que salió de Berlín con destino a París. Para ello, los secuestradores deberán tratar de ingresar a la cabina donde se encuentran los pilotos y, a partir de este evento, la situación parece descontrolarse.

Todo el control del avión -y de lo que se vive- recae en los hombros del joven copiloto Tobias Ellis (Joseph Gordon-Levitt), quien desde la cabina tendrá que tomar decisiones que nadie en su sano juicio querría enfrentar. Aunque él sabe que la seguridad de los pasajeros está en sus manos, también es consciente de que no puede ceder a las exigencias de los terroristas de abrir la puerta de la cabina, lo cual lleva a una angustiante encrucijada que nos mantiene en vilo durante toda la estresante situación que el film plantea.

7500, Joseph Gordon-Levitt

Así nos encontramos con una historia cuyo desarrollo se da -en su gran mayoría- dentro de una cabina de avión, lo cual resulta uno de los puntos fuertes. Básicamente la intención de su director es encerrar a los espectadores en la pequeña cabina con el copiloto, logrando transmitir -con mayor fuerza- la brutalidad, el desespero, el miedo y la incertidumbre que este siente. Tanto la audiencia como Tobias puede saber lo que sucede en las afueras de la cabina únicamente a través de una pequeña pantalla, que trasmite lo que capta la cámara de seguridad que se encuentra en el área de las azafatas.

Aunque la historia se desenvuelve principalmente en un solo espacio, el ritmo es tal que, sin necesidad de cambios temporales, grandes locaciones o un montaje estrepitoso, logra mantener la atención del público hasta su desenlace. En este sentido, podemos afirmar que el trabajo de dirección de Patrick Vollrath -en su primer largometraje- resulta más que satisfactorio, pues demuestra que sabe cómo ejecutar majestuosamente la cámara en áreas reducidas. Hace que un espacio simple y claustrofóbico se convierta en la esencia de toda la trama. Algo similar –guardando las diferencias- a lo logrado en Buried (2010), el film del director Rodrigo Cortés.

Es importante resaltar el excelente trabajo de Joseph Gordon-Levitt (Don Jon, 500 Days of Summer), quien interpreta magistralmente al joven piloto norteamericano que deberá enfrentarse a los despiadados terroristas. Su gran talento permite que el peso de la película recaiga sobre él y logra transmitir con veracidad todo el miedo, la rabia, el sufrimiento y la frustración que su personaje siente.

Asimismo, su impecable actuación es secundada por el austriaco Omid Memar en la piel de Vedat, un joven musulmán de 18 años que, aparentemente, fue llevado engañado al secuestro. Su papel resulta fundamental, puesto que sin su participación la historia hubiese terminado en menos de 45 minutos, lo que supone uno de los aspectos más flojos y negativos del guion. Es decir, los elementos clave de la trama se desarrollan en la primera parte de la película, dejándonos con una segunda que posee más relleno que sustancia, argumentos que no aportan mucho más a la historia. Sin embargo, esto se logra disimular gracias al buen ritmo del film y el suspenso y la tensión que logra crear.

En definitiva, 7500 no es una película memorable, pero logra ser entretenida; cautiva al espectador y nos demuestra que no se necesitan grandes decorados, ni montajes híper dinámicos para contar historias que resulten realistas y sólidas. Así que, si te gustan las películas cargadas de suspenso y mucha tensión, esta supone una buena opción dentro de la variada oferta que nos ofrecen los servicios de streaming.

8 puntos

 

 

 

 

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