Crítica de Becky

Becky, una joven que se encuentra llena de rabia tras la muerte de su madre, se tendrá que enfrentar con un grupo de prófugos, altamente violentos, que deciden irrumpir bruscamente en su hogar en busca de una llave.

Becky, Kevin James

En esta oportunidad nos toca analizar una película que se mueve entre el suspenso, el terror, el gore y un poco de thriller. Estamos hablando de Becky, un film de Jonathan Milott y Cary Murnion, reconocidos por dirigir la comedia de terror zombie Cooties (2014).

Este film presenta una trama relativamente sencilla, cuenta la historia de Becky (Lulu Wilson), una joven de 13 años que se encuentra llena de rabia, debido a la muerte de su madre. Aunque su padre Jeff (Joel McHale) trata de entenderla, su relación se complica puesto que Becky no concibe el deseo de este de seguir adelante. Sin embargo, con la finalidad de acercarse a ella es que él decide llevarla a una antigua casa del lago, un lugar donde solían pasar momentos felices en compañía de su difunta madre.

Pero esta alegría no durará mucho para Becky, porque su papá también invitó a la casa a su futura esposa, Kayla (Amanda Brugel) y al hijo de ella (Isaiah Rockcliffe). Lamentablemente, lo que debería ser un fin de semana agradable comienza a convertirse en un mal día, pero esto se complica -mucho más- cuando un grupo de prófugos de una cárcel deciden ingresar en el hogar en busca de una llave allí escondida.

Milott y Murnion logran crear un ambiente interesante, lleno de suspenso. A través de un juego narrativo bien pensado hacen que el espectador vea cierto paralelismo entre la tranquila vida colegial de Becky y la violenta vida de Dominick (Kevin James), el líder de los criminales, lo cual lleva al espectador a preguntarse cuál es la relación entre estos dos personajes. Sin embargo, esta interesante narrativa solo dura pocos minutos, ya que luego de que los convictos logran escapar y llegar a la casa del lago, la historia comienza a narrase a través de un montaje totalmente lineal y, en algunos momentos, un tanto pausado.

Al interrumpir abruptamente en el hogar, los prófugos secuestran al padre de Becky, a su futura esposa e hijastro, pero la joven logra escapar y esconderse en una pequeña casa en el bosque. Desde su refugio decide sacar toda su rabia con la finalidad de salvarlos, haciendo que la pesadilla no sólo sea para ella, sino también para los villanos.

Becky, Lulu Wilson

Pero esta idea de la chica salvadora se convierte rápidamente en el principal fallo de la trama. Si bien podemos entender la profunda ira que siente Becky por la muerte de su madre, esto no justifica cómo una pequeña chica de 13 años puede enfrentarse y luchar con hombres realmente violentos, sin que esto se sienta forzado o un poco burlesco.

Desde entonces, el film parece convertirse en una imitación terrorífica -y para el público adulto- de Home Alone (Mi Pobre Angelito), debilitando así -de un plumazo- la seriedad y originalidad que en un principio parecía tener la película, convirtiéndose en un filme cargado de clichés, una película más de género que no aporta nada nuevo. Lastimosamente, Becky pasa de tener un buen inicio a convertirse en un producto con mucha violencia y litros de sangre. Por lo menos, podemos apreciar buenas actuaciones y una fotografía muy bien cuidada, que aporta frescura al film.

Si algo sobresale en Becky son las actuaciones de sus personajes principales. Lulu Wilson (Annabelle: Creation, Ouija: Origin of Evil, Sharp Objects) encarna muy bien a la joven del título; a través de su trabajo el espectador logra apreciar su resentimiento y rabia, sintiendo empatía por ella. Asimismo, resalta el papel de Robert Maillet (Pacific Rim, 300, American Gods) como Apex, mano derecha de Dominick, el líder de la banda. Este se nos muestra -por momentos- como la voz de la conciencia, pero lo que más destaca es la rudeza física de su personaje.

Pero la mejor actuación -sin duda alguna- se la lleva el irreconocible Kevin James (Pixels, I Now Pronounce You Chuck & Larry, Hotel Transylvania) como Dominick. James realmente atrapa al espectador con este antagonista, pues resulta increíble ver a un tipo tan bonachón y simpático como él dando vida a un neonazi, altamente violento y que asesina sin compasión. Ya por esto, vale la pena dar una oportunidad al film.

En conclusión, podemos decir que Becky es entretenida para aquellos amantes del terror, el gore y el suspenso, una película aceptable que no aporta nada nuevo, pero que se puede ver si no estamos esperando ningún tipo de grandeza. Así que, si te encuentras aburrido en casa y no tienes nada nuevo que ver, puedes darle play.

6 puntos

 

 

 

 

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