Crítica de Dragged Across Concrete

¿Qué cosas malas están dispuestos a hacer los hombres buenos por sus familias? Cortos de efectivo y sin opciones, dos policías en suspensión descienden al bajomundo criminal para ganar lo que les corresponde.

Dragged Across Concrete, S. Craig Zahler, Mel Gibson, Vince Vaughn, Tory Kittles, Jennifer Carpenter

Brett Ridgeman es fiel a sus principios; su estoica idiosincrasia lo ha mantenido sumergido en su mismo puesto, pero con su arduo –e implacable- trabajo captura a los criminales, paga sus facturas y, finalmente, provee a una lastimada familia. Por el otro lado, Henry Johns, al igual que el anterior, tiene bien claro que hará lo necesario con tal de impulsar a sus cercanos hacia una realidad que se les ve arrebatada, sin importar si eso le sumerge a un espiral de violencia. Y por último, el un tanto más cínico Anthony Lurasetti vive con la mayor elegancia que su trabajo como detective le permite; está próximo a proponer matrimonio y sus preocupaciones todavía no le consumen. Es con esta tríada de personajes que el gran S. Craig Zahler entrega Dragged Across Concrete, su última y no menos brutal película.

En su breve pero concisa carrera, Zahler se ha caracterizado por un estilo tan violento como reflexivo; siempre guiado por un guion pausado que funge como antelación a un horror inminente. No es raro que el cineasta tenga cierto gusto por encerrar a sus personajes en situaciones que les superan, ya sea desde un hombre que ha perdido a su amante a manos de feroces caníbales o un desempleado ex púgil que se ve forzado a desatar su brutalidad. Y es así como, siempre fiel a su estilo, entrega uno de esos rasposos policiales propios del cine negro, mostrando que la sordidez de sus escenarios no es mayor que la de sus protagonistas, ahora interpretados por Mel Gibson, Vince Vaugh –quien encabezó la maravillosa Brawl in Cell Block 99– y, a modo de enlace entre los anteriores y sus psicopáticos objetivos, Tory Kittles (Sons of Anarchy, True Detective).

Dragged Across Concrete, S. Craig Zahler, Mel Gibson, Vince Vaughn, Tory Kittles, Jennifer Carpenter

Las virtudes de la película florecen a lo largo en que se desdobla el rumbo de la historia, la cual sigue a dos oficiales venidos a menos a causa de sus métodos poco ortodoxos. Por esto, se verán forzados a robar a un letal grupo de criminales, todo con el fin de obtener el dinero que les permitiría la vida de la que sus duros pero mal remunerados trabajos les aleja. Es con esta premisa que Zahler se permite indagar sobre los temas que conciernen a los desgastados tiempos que corren, no sin dejar que su provocativa violencia haga sus esperadas apariciones. Por lo mismo, le resulta imposible no acompañar a tal historia de un mordaz sentido del humor, que no duda en arremeter en los momentos más crudos, especialmente en su delirante tercer acto, donde todas las piezas del tablero se acomodan para dar pie un formidable y tenso tiroteo que, aún así, se cuece a fuego lento.

Sin embargo, Dragged Across Concrete es una película que logra brillar justamente por su ritmo pausado, pues da tiempo a los bellos planos fijos de explorar a sus personajes, su manera de pensar y que, a la hora de los tiros, su destino sea más que importante para el espectador. Gracias a esto, el realizador norteamericano entrega una obra que lo consolida -aún más- como uno de los talentos más interesantes que continúan entregando aciertos, uno tras otro. Así mismo, deja con el deseo de que Gibson siga trabajando frente y detrás de cámaras, aprovechando la dureza que lo convierte en una colosal presencia dentro de cuadro.

8 puntos

 

 

 

 

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