Crítica de La Dosis

Un thriller moderno en el ámbito hospitalario de terapias intensivas, que reabre controversias sobre la eutanasia y la condición humana.

La Dosis, Carlos Portaluppi, Ignacio Rogers, Martin Kraut

Marcos es un enfermero experimentado que trabaja en el turno nocturno de una clínica. Es aplicado y profesional. Su antigüedad y perseverancia lo sitúan como posible candidato para jefe del sector. Pero tiene un secreto. Algo que él denomina actos de piedad. Sin embargo, con la llegada de un nuevo enfermero a quien le detecta tendencias perturbadoras, su misterio queda descubierto y pronto irá perdiendo progresivamente control de su vida. Marcos se encuentra atrapado y sabe que sólo al exponer su verdadera identidad podrá detenerlo.

La noción de acabar sin dolor con una vida de muchos sufrimientos suele cruzarse alguna que otra vez con la vocación de ayudar, de prestar servicio de un ser humano a otro en lo que se erige como una delgada línea ética que toca lo más sensible de nuestras fibras como personas. La ópera prima de Martin Kraut se nutre de estos elementos y los traslada a personajes comúnmente secundarios en este tipo de historias: los enfermeros. Aquellas personas a las que estamos a merced en los frígidos cuidados intensivos cuando la luz se apaga y el médico y los familiares se retiran.

La Dosis, Carlos Portaluppi, Ignacio Rogers, Martin Kraut

Inspirado en un hecho real, el film de Kraut establece un ambiente de trabajo aislado, no tan conocido, y que saca a flote rasgos de la naturaleza humana que comúnmente no vemos. La esperanza, la miseria, el altruismo, la neurosis y los límites entre el cuidado y el abuso. Elementos que sabe entrelazar una y otra vez en una historia de espiral descendente cuyo desenlace el espectador considerará erróneamente conocer y, sin embargo, sorprenderá a mas de uno.

En este impasible e imperturbable nosocomio la película refresca la pantalla con las excepcionales actuaciones de Carlos Portaluppi (Vulnerables, El Marginal), Ignacio Rogers (Esteros, Como un avión estrellado) y Arturo Bonin  (Iluminados por el fuego, Dulce Amor). El dualismo de ideas y carácter entre Portaluppi y Rogers como los protagonistas enfrentados nos presenta una mirada sobre su labor, con un mismo accionar pero con diferentes motivaciones. Y es que el núcleo del guion radica en argumentos de índole morales ya tratados en el cine pero que cuyo encuadre no pasa aquí por tomar decisiones que no son fáciles; por el contrario, las decisiones son tomadas como si se jugara a ser Dios sobre las vidas de aquellos que se encuentran en una cama.

Una obra final con lucidez en el relato, que nos proporciona una historia adulta, sin estereotipos de malos o buenos, sin una composición superficial de personajes, sino con evidencia de sus capas, sus matices, sus comportamientos condicionados a los propósitos sociales o al ocultamiento de sus propias perversiones. La estética hospitalaria y la perspectiva de ángulo abierto disponen de La Dosis como un disfrutable drama lleno de suspenso de principio a fin.

8 puntos

 

 

 

 

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