Crítica de Marrowbone / Secretos Ocultos

Un joven y sus cuatro hermanos menores, han mantenido en secreto la muerte de su amada madre para permanecer juntos, pero ellos están plagados de una presencia siniestra en la extensa mansión en la que viven.

Llegan a la mansión y no es lo que esperaban. La madre había crecido ahí, pero hacía años que no volvía. Sabemos que están escapando pero no sabemos de qué. Ella les dice a sus hijos que es un nuevo comienzo, que una vez cruzada la puerta dejarán todo en el pasado. Pero ella muere, el viaje desde Inglaterra le quitó todas las fuerzas. Ahora Jack, el mayor, tiene que cuidar a sus tres hermanos y mantener la promesa que le hizo de protegerlos. Marrowbone es el estreno de terror de la semana y explora un terreno ya conocido y visto en la carrera del director, pero no por eso deja de ser efectivo.

Sergio G. Sánchez debuta como realizador en una producción que pretendía llegar al mercado internacional, hablada en inglés y con un elenco que incluye a Anya Taylor-Joy, Charlie Heaton y George MacKay, entre otros. Además de dirigirla también la escribió, motivo por el cual muchos momentos de la película nos suenan familiares… más de una escena remite a su trabajo en El Orfanato. Así como en aquella película española del 2007, el miedo se va construyendo durante las casi dos horas de duración y por esto es efectiva. La información, además, es dada en partes y a lo largo de la película vamos a ir entendiendo un poco más del conflicto. Ese desconcierto, mezclado con una musicalización que por momentos roza el cliché, consigue el efecto buscado en el espectador.

Uno de sus mayores fuertes está en las interpretaciones: Taylor-Joy ya encontró en este género su zona de confort y con Heaton pasa algo similar, pero la más destacable es la de MacKay, quien encarna al hermano mayor de los Marrowbone. La historia lo va a tener como hilo conductor y entendemos que lo que estamos viendo es a través de sus ojos. Destacable también es la actuación de Matthew Stagg, el menor de los hermanos, un niño que pierde a su madre y que no termina de comprender de qué están huyendo y por qué no pueden salir de la casa.

La historia sucede seis meses después de la muerte de la progenitora y ya en este punto la película planteó muchas preguntas que no nos responderá hasta casi el final. Los hermanos tienen que ocultarse para evitar que los separen: como la madre murió y Jack todavía no tiene 21 años, el riesgo de que los separen es inminente. Los chicos se las ingenian para hacerle creer al pueblo que ella está enferma y que por eso no sale nunca de la casa. Sólo el mayor va a buscar provisiones, para esto tiene que recorrer varios kilómetros ya que el caserón está alejado. Un abogado que empieza a ponerlos en jaque y el pasado tenebroso del que huyeron en Inglaterra van a ser los disparadores del conflicto. El terror, bien dosificado y que aumenta a lo largo del film, encuentra su fuerte en la realidad.

Para un conocedor del género, Marrowbone no va a presentar nada nuevo, pero es una gran opción para quien no conoce mucho y desea empezar a meterse en tema de a poco. De todas formas, la película es entretenida y asusta cuando tiene que hacerlo, además de contar con una fotografía que ayuda al relato y es estéticamente bella.

estrella3

 

 

 

 

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