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Jade quiere irse a estudiar a Canadá, es la más pequeña de tres hermanos y es la única que todavía vive con Heloïse, su madre. Ella empieza a sentirse nostálgica y quiere retratar cada segundo que le queda con su hija: filma nimiedades, pequeñas cosas de todos los días con su teléfono. Mon Bébé es una comedia dramática escrita y dirigida por Lisa Azuelos, que narra una relación muy cercana entre madre e hija.
Heloïse (Sandrine Kiberlain) se divorció cuando sus tres hijos eran pequeños, el padre se fue y nunca estuvo muy involucrado. Luego de su separación tuvo que acostumbrarse a las preguntas de sus niños con respecto a su papá, a estar sola y a enfrentar el mundo de las citas una vez más. Más de 10 años después está muy contenta con su vida: tiene un restaurante en el que trabaja con su hijo, su hija mayor va a verla muy seguido pero su cable a tierra es Jade (Thaïs Alessandrin), la menor y la única que todavía vive con ella. Está en los últimos meses del secundario y aplicó para una universidad del otro lado del mundo. Mientras ve cómo su pequeña crece, recuerda cómo era de chica, la corona que usaba todo el tiempo y el bebote que todavía tiene en su cuarto.
A través de flashbacks, la película muestra el vínculo entre ellas dos y le hace sentir al espectador la misma nostalgia que atraviesa Heloïse. Aunque suele ser efectivo, por momentos se siente demasiado forzado y los saltos temporales resultan confusos, lo que hace que una película de poco más de hora y media se sienta larga.
Interesante retrato de relación y del crecimiento, del desapego y el fin de una etapa. Con buenas actuaciones pero sin mucho que la distinga, Mon Bébé es una película que entretiene y emociona pero que no deja mucho más.
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