Crítica de Mirror, Mirror / Espejito, Espejito

La Bruja malvada conspira contra una huérfana heredera del trono para hacerse con el poder y el amor del príncipe encantador. Cuando Blancanieves gane su corazón, la Reina la desterrará al Bosque. Rescatada por los enanos, se convertirá en una indomable joven determinada a recuperar su reino.

Mirror, Mirror, Lily Collins, Tarsem Singh

Tarsem Singh se ha hecho dueño de un estilo que pone de manifiesto en cada trabajo. Desde la visualmente impactante The Fall hasta la apenas aceptable Inmortals, el director indio ha hecho gala de una intencionalidad precisa en lo que a escenarios y vestuarios respecta, así como también de una amplia paleta de colores con los que sazona a gusto cada centímetro de la pantalla. En este sentido, Mirror, Mirror no supone una excepción a sus búsquedas estéticas, lo que sí se revelará como una grata sorpresa es su resultado final.

Su recorrido por la mitología griega fue decepcionante porque se habían puesto expectativas que el realizador no fue capaz de cumplir. Se esperaba que un hombre de pretensiones artísticas ofreciera una alternativa al formato que con tanto éxito había fijado 300, sin embargo el producto entregado era solo una ligera variante del método Zack Snyder. Con su adaptación del cuento de Blancanieves se marca precisamente ese objetivo, ofrecer una vuelta de tuerca a la historia ya conocida. Sin llegar al extremo de la próxima Snow White and the Huntsman, se brinda a una protagonista de armas tomar, delicada y de buenas intenciones a la vez que indómita y combativa, más cerca de un punch line que de un discurso solemne.

Es que si hay algo en lo que se destaca esta versión, es que se compone de abundantes dosis de comedia manejadas con el timing justo, bordeando la fina línea que separa al humor apto para todo público del infantilismo. Esto se verá sostenido con mordaces diálogos y juegos de palabras, espacios bien aprovechados para el slapstick y personajes de lograda caracterización (la Reina se devora la película), cada uno de los cuales tiene su momento para desplegar gracia. El hecho de que se trate de una película orientada al público menor traerá aparejado un doble lamento propio del doblaje: que no se pueda disfrutar en forma plena de la actuación de Julia Roberts, que acostumbrada como nadie a ser heroína juega ahora de visitante, así como también de muchos chistes idiomáticos, algo que se ya se veía venir desde el primer avance, que se pierden en la traducción.

Tarsem Singh se ha ganado la categoría de director de culto con sus dos primeros trabajos, pero en su paso al cine más comercial no ha logrado estar a la altura, más allá de que tanto la anterior como Mirror, Mirror tengan elementos que los diferencian de la media. Con su nueva película sin duda mejoró la puntería que falló en Inmortals, aunque aún está lejos de ofrecer un nuevo hito en su filmografía.

7 puntos

 

 

 

 

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