Crítica de Star Wars: El Ascenso de Skywalker

El cierre de la franquicia se merece una segunda mirada.

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Hay pequeños spoilers respecto a dónde está cada personaje al comienzo de esta nueva aventura.

La conclusión de más de 40 años de historia llega con Star Wars: The Rise of the Skywalker. Con la Resistencia casi diezmada luego de los eventos de The Last Jedi, deben enfrentarse por última vez a la Primera Orden, pero el verdadero combate se dará entre los Sith y los Jedi. Escrita y dirigida por J.J. Abrams, esta película promete dividir las aguas, incluso más que la anterior. Una carta de amor a la historia para algunos, una oda al fan service para otros.

Un año después del sacrificio de Luke (Mark Hamill) para frenar a las fuerzas de Kylo Ren (Adam Driver), Rey (Daisy Ridley) sigue entrenando pero con Leia (Carrie Fisher) como su maestra. Finn (John Boyega), Poe (Oscar Isaac) y Chewie (Joonas Suotamo) buscan información que los ayude a derrotar a la Primera Orden. Kylo, ya como Líder Supremo, es llamado ante el máximo Sith para completar su búsqueda y ocupar el lugar del Emperador Palpatine (Ian McDiarmid). Cada una de estas historias tendrá un desarrollo propio y se irán uniendo a medida que la trama avance. Pero Rey sigue siendo la protagonista, en esta película se muestran, más que en las dos anteriores, los conflictos del personaje y los temores que Luke tenía al entrenarla. Además su conexión con Ben Solo es cada vez más fuerte, lo que la confunde y perturba.

Rey, Finn, Poe, Chewie y C-3PO (Anthony Daniels) tienen que encontrar un rastreador Sith que los guíe hasta el Emperador pero, como siempre, las cosas se complicaron y deberán enfrentarse a la Primera Orden, a Ren y aventurarse en nuevos planetas: una clásica historia de Star Wars. Además esta es la última aparición en pantalla de Carrie Fisher, lo cual le agrega una dosis extra de emocionalidad que hará llorar hasta al más duro de los fanáticos. De hecho, eso es lo que mejor hace esta película: emocionar. No va por lugares nuevos, si bien sorprende con varias revelaciones y giros, las películas de esta saga no son conocidas por presentar cosas nuevas, sino por mostrar variantes de la historia que completan las aventuras de los Skywalker.

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Muchas de las críticas negativas de esta película van por el lado de que lo que sucede es predecible -ni siquiera tanto porque el giro que le da sentido a la historia es completamente inesperado-, y que lo que sucede es conveniente. También quienes dicen esto son aquellos que levantan al Episodio V como el mejor de la saga, cosa con la que coincido. Pero quizás hace falta recordar que a lo que se enfrentan los miembros de la Resistencia es a la misma amenaza del Episodio IV. O que la estrella de la muerte convenientemente explota con un solo disparo en el lugar justo y 30 años después tuvieron que hacer una película para explicar eso. Pero nada de esto es malo, es simplemente Star Wars. Es ridículo pedirle a estas historias que los elementos que las justifican no sean “convenientes para la trama”, porque fueron así desde un principio.

The Rise of the Skywalker es una carta de amor a los miembros originales, a los nuevos personajes, a las historias que nos vienen emocionando desde hace 40 años y eso es algo hermoso.

Los personajes introducidos en esta nueva trilogía tienen un arco más que completo durante estas tres entregas y, sin lugar a dudas, el mejor creado es Ben Solo / Kylo Ren, uno de los mejores villanos de la saga y definitivamente el personaje más complejo.

Abrams tomó todos los elementos planteados por Rian Johnson y los introdujo en el final de la saga, resignificando a algunos y dejando intactos a otros. Pero el final de una historia tan compleja y amplia como esta no podía dejar contentos a todos y es más que entendible la recepción que está teniendo. Pero hay algo que es innegable: las peleas de sables, el CGI y la icónica música de John Williams le pondrán la piel de gallina a todos. Y está bien que lo haga, porque es la última vez que lo veremos en la pantalla grande, al menos con esta historia.

8 puntos

 

 

 

 

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