Crítica de The Boy Next Door / Cercana Obsesión

Una madre recién separada de su marido tiene un romance inapropiado con el vecino adolescente, un amigo de su propio hijo. Pero cuando ella intenta ponerle un fin abrupto a la relación, el muchacho empieza a generar problemas en su vida.

The Boy Next Door, Jennifer Lopez

The Boy Next Door no es una buena película. No es pésima tampoco, pero coquetea lo suficiente con el lado más patético del cine de suspenso clase B para que se la tome como una broma más que como un thriller hecho y derecho. En la era donde Fifty Shades of Grey todo lo domina en lo que respecta a erotismo reciclado, la historia de Barbara Curry es una gran pieza de fan-fiction, donde la fantasía del alumno y la profesora llega a sus aristas más oscuras… o al menos al nivel de oscuridad que se le ocurre junto al director Rob Cohen.

Para entrar al juego de la película, hay que creerse varias cosas. Primero, que Jennifer Lopez es una convincente profesora de literatura, una mujer madura con un cuerpo despampanante, todo una MILF de ensueño. Segundo, que el crecidito Ryan Guzman interprete a un joven todavía en secundaria, y que pierda su fachada de chico cálido en villano sádico y calculador. Y tercero, cuarto y quinto, que cada momento en la trama sea tomado livianamente, porque no tiene sentido alguno. Lejos quedó la tensión sexual de los thrillers de los años ochenta. Todo está masticado para el consumo rápido, sin matices, sin suavidades. Lopez hace lo que puede -aparte de lucir hermosa a sus 45 años- pero las estupideces y los recovecos a los que recurre el guión no son lo suficientes para subsanar un proyecto horrendo.

No hay tampoco un intento por generar empatía con la protagonista. Las decisiones que toma son totalmente pésimas, que enojan bastante y no ayudan a compadecer la «sexy» situación en la que se encuentra. Tampoco la escalada de ferocidad en el acoso que sufre Lopez grita a viva voz que el muchacho es una amenaza latente. Sí, el suspenso se va acrecentando poco a poco hasta estallar en un previsible pero igualmente violento choque final en un granero en llamas, pero ya es demasiado tarde para ganar la atención de un espectador al cual la película se le rio varias veces en la cara.

The Boy Next Door es un triste y burdo intento de refritar una vez más una fórmula que años antes habría funcionado, pero sin ningún aderezo o giro interesante, es más de lo mismo, y encima pobremente estructurada. Next!

2 puntos

 

 

 

 

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