Crítica de The Crucifixion / La Crucifixión

Un cura va a prisión por el asesinato de una monja, a la cual él le estaba practicando un exorcismo. Una periodista investiga si en realidad se trató de un asesinato realizado por un psicópata o si el cura perdió la batalla contra una presencia demoníaca.

The Crucifixion

El subgénero de los exorcismos está acabado. A menos que resurja de las cenizas como lo hizo con la brillante The Conjuring, no hay que volver a tocar el tema de posesiones demoníacas por un largo tiempo. Triste, porque esperaba maravillas del equipo técnico y el tiro les salió por la culata, ofreciendo en The Crucifixion un pastiche masticado de lugares comunes del género, que ni sirven para aplacar el hambre de horror de todas las semanas.

Basada en hechos reales, cómo no, la historia de un exorcismo que termina con la muerte de una monja en un pueblo de Rumania, allá por 2004, es el disparador de la acción para nuestra insulsa protagonista, la periodista Nicole (Sophie Cookson). Asediada por un conflicto de fe personal, esta intrépida reportera viaja hasta el recóndito pueblo para identificar si fue pura negligencia humana o hay una presencia siniestra detrás de todo. Los invito a adivinar desde ya cual es la respuesta…

Es indigno de parte del director Xavier Gens entregar una película de horror desangelada, sobre todo porque fue uno de los iniciantes del movimiento conocido como Nueva Ola de Horror Extremo Francés con la brutal Frontier(s), para luego desembarcar en Estados Unidos con la pesimista visión apocalíptica de The Divide. The Crucifixion parece una película de encargo, muy por fuera de la visión extrema y sangrienta que siempre presentó en sus trabajos. Con esto no quiero decir que el hombre no pueda hacer otra cosa, pero falla miserablemente en aumentar lo que desde un guión es una muerte segura.

The Crucifixion

Y eso es el otro tema que nos compete, el guión. Los hermanos Chad y Carey Hayes vienen pisando fuerte en el género luego de haber firmado las dos entregas de El Conjuro, donde junto a la ayuda mágica de James Wan sacaron adelante tópicos que parecían repetitivos y por demás esquemáticos. Han escrito sandeces, pero los hermanos siguen teniendo un lugar en mi corazón luego de la adaptación libre que hicieron de House of Wax, una de las películas slasher más infravaloradas de la década pasada. Esta vez erraron y fuerte, peor aún teniendo en cuenta que vienen volando alto luego de las aventuras paranormales de los Warren. Acá se limitan a sobreexplicar una trama que no va hacia ningún lado, donde los sustos básicos están a la orden del día y la resolución no cambia absolutamente nada tanto a la historia oficial como a la experiencia del espectador.

Y si al menos hubiese una protagonista que ancle la acción con fuerza, el resultado hubiese sido otro. Pero Cookson está en piloto automático constantemente y no hace nada para sobrellevar su accionar. No es su culpa tampoco que haya una catarata de flashbacks para explicar el motivo del exorcismo fallido, o el sobreuso de voces en off para dar a entender aquello que no puede mostrar por falta de presupuesto, uno presume. Y si bien hay que decir que no abusa fácilmente de efectos digitales, tampoco aprovecha a Javier Botet, quien la viene descosiendo cuando de personificar a monstruos se trata. Acaba de pegarla haciendo del leproso en It, pero nunca olvidaremos su Niña Medeiros en [REC]. En esta ocasión, es literalmente un cameo que si uno parpadea se lo pierde y no aporta gran tensión a la película.

Los últimos minutos de The Crucifixion son lo mejor que tiene, pero llegan tarde y no subsanan una acumulación de clichés que aburren, una trama que atrasa y una producción llevada adelante con desgano. Si iban por el lado del drama con tintes de horror, The Exorcism of Emily Rose ya les ganó de mano hace más de una década.

estrella1

 

 

 

 

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