Crítica de The Good Liar / El Buen Mentiroso

Roy Courtnay ha hecho su carrera estafando gente. No puede creer su suerte cuando conoce a la adinerada viuda Betty McLeish, quien le abre las puertas de su casa. Pero Roy se sorprenderá de cuánto ella empieza a importarle.

The Good Liar, Helen Mirren, Ian McKellen

Roy es un estafador. Su mayor ventaja es que nadie sospecharía jamás de un hombre de 80 años con aspecto señorial. Encuentra su próxima víctima en una viuda que busca una relación, pero se irá involucrando emocionalmente y eso complicará las cosas. The Good Liar es un drama de intriga con dos grandes actuaciones y con giros interesantes, pero que no llegan a hacerla una gran historia.

Roy (Ian McKellen) se hace una cuenta en una página de citas para adultos mayores, allí conoce a Betty McLeish (Helen Mirren), una viuda encantadora que al verlo mal de la rodilla lo invita a quedarse en su casa, para que no tenga que subir y bajar las escaleras de su edificio. De a poco, él se involucrara más y más en su vida y su plan de estafarla se irá dilatando debido al afecto que le toma. Esto para disgusto de Steven (Russell Tovey), el nieto de Betty que está siempre detrás de Roy porque no confía en el nuevo amigo de su abuela. El guion tiene momentos muy inteligentes en los que desconcierta al espectador y por momentos es difícil descubrir qué es lo que realmente está pasando, lo cual es quizás su mejor cualidad.

The Good Liar, Helen Mirren, Ian McKellen

Por supuesto que las actuaciones de Mirren y McKellen son excepcionales, pero qué más puede esperarse de semejantes figuras. El problema es que hay instancias en las que lo único destacable es eso. La película es entretenida y muy llevadera, pero el misterio se dilata y hace que el espectador llegue a perder el interés en lo que se está viendo. Tiene puntos inteligentes, pero estos son, sobre todo, en aquellas escenas en donde se corren de lo esperado y del lugar común de este tipo de historias. El problema es que cuando parece que harán algo diferente, vuelven al esquema y termina de manera un tanto predecible.

La película irá mutando de géneros durante su poco más de hora y media, de comedia bastante simplona pasará a drama y mejor no decir con cual termina porque constituiría un spoiler. Bill Condon es el director de esta historia que por momentos se luce y por otros se desinfla. Es una buena opción para pasar un fin de semana aburrido y, sobre todo, disfrutar de dos de los mejores actores del planeta.

6 puntos

 

 

 

 

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