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¿De qué va? En el transcurso de una jornada en una central de emergencias del 911, el operador Joe Bayler intenta salvar de un grave peligro a una mujer que ha llamado.
La nueva versión de The Guilty que ha llegado a Netflix es un remake de una película danesa del mismo nombre estrenada en el año 2018 y seleccionada para el premio a la Mejor Película en Idioma Extranjero en los 91.º Premios de la Academia. El material base es muy bueno y esta nueva adaptación se antoja solo con los nombres involucrados detrás y delante de la pantalla, pues es protagonizada por Jake Gyllenhaal (Nightcrawler), cuenta con guion de Nic Pizzolatto (True Detective) y además es dirigida y producida por Antoine Fuqua -director de la célebre Training Day-.
La película arranca introduciéndonos en el turno del oficial Joe Bayler dentro de una central de emergencias del 911 mientras lidia con sus problemas personales, pero todo se complica cuando recibe una llamada de emergencias de una mujer que cambiará de manera sorprendente el final de su turno.
Es un thriller que desde el primer momento hace notar que el personaje principal acarrea con ciertos problemas personales que afectarán sus decisiones en el transcurso de la hora y media que dura el largometraje. Como muestra de esto, su director nos deja a lo largo del drama algunos planos cerrados de un inhalador de asma con el fin de darle mayor énfasis a su desasosiego y el cómo estos sentimientos afectaran a sus acciones. Eso último muestra uno de los mayores aciertos de la película pues nos da a un Jake Gyllenhaal inspirado en este trabajo entregando escenas de gran intensidad, enseñando la caída al infierno del personaje y lo que esto conlleva, todo mientras intenta salvar a una mujer que aparentemente fue secuestrada, coordinando los esfuerzos con la policía, tomando acciones algunas veces desacertadas y, en ocasiones, apostando por elecciones que van más allá de su deber pero que no por ello son incongruentes con lo que no están mostrado en pantalla. Y es acá donde se puede notar la mano de Nic Pizzolatto, quien intenta que nos encariñemos con el protagonista y su viaje, con diálogos que muestran cohesión con la película y respetando al material original de cual bebe.
Todo esto ocurre mientras nuestro héroe interactúa en la mayoría de las escenas solo con las voces de sus co-protagonistas: actores secundarios que destacan por nombre y el trabajo bien realizado aquí como son lo son Ethan Hawke (First Reformed, The Purge), Paul Dano, (There Will be Blood, Swiss Army Man) Peter Sarsgaard (Orphan, The Magnificent Seven) y Riley Keough (Mad Max: Fury Road).
Claro, es un thriller que puede pecar de querer introducir una alta carga de intensidad en emociones y acciones que, en poco más de 90 minutos, no permiten al espectador conectar con lo que sucede en pantalla. Además, su final puede resultar predecible. The Guilty. Es por esto que The Guilty es una versión hollywoodense que no supera a la original, como es en la mayoría de los casos en este tipo de producciones. Si no has visto el material danés, la vas a disfrutar mucho, te mantendrá al filo del asiento mientras se va resolviendo el caso y, si la ya viste, puede que pierdas la sensación de sorpresa pero gozarás con una buena actuación y una muy buena puesta en escena.
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