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Género de montaña, film de supervivencia, The Mountain Between Us es la adaptación del libro del escritor Charles Martin. Kate Winslet e Idris Elba protagonizan este relato en el cual dos desconocidos sufren un accidente que los deja varados en medio de una región montañosa. Mucha nieve, mucho sudor, un perro y, como no podía ser de otra forma, un fogoso e inesperado romance que ayuda a pasar mejor las semanas en las que los personajes se verán a la intemperie del sublime poderío de la madre naturaleza.
Solo 15 minutos son necesarios para que se de todo junto y por el mismo precio: la presentación de los dos, la detonación del conflicto y la caracterización de ambos personajes. Son momentos a pura vertiginosidad que el director Hany Abu-Assad (Omar, 2013) lleva con buen ritmo pero con una carencia llamativa de verosimilitud -guión de por medio co-escrito por Chris Weitz y J. Mills Goodloe-, más bien forzando a ubicar rápidamente a los dos en un conflicto sin antes tomarse el tiempo necesario para que el mismo resulte creíble.
Abu-Assad logra narrar la situación precaria y problemática de Alex y Ben con soltura y naturalidad. El director logra un clima descontracturado y fresco que se separa del más puro melodrama en el que podría caer un film de este estilo, por lo menos en lo que alude al conflicto de supervivencia. El romance que se da entre los dos resulta una mancha extremadamente predecible, tanto en el guión como en el cómo se encuentra filmada.
No es hasta el último cuarto de hora que el film se desenvuelve cuadrada pero entretenidamente, ya que a partir de allí se suma un vulgar melodrama que no hace más que contar elementos que uno ya supone como terminarán. Winslet y Elba, ambos intérpretes de gran talento, realizan un trabajo corriente, sin destacarse, y ninguno logra construir un conflicto interno acorde a lo que narra la historia.
The Mountain Between Us sigue el paradigma más tradicional en narraciones de este estilo, arroja ciertos indicios de poder llegar a mostrar algo más de lo obvio pero se queda allí, en el melodrama y la cursilería sin profundidad en donde el hermoso compañero que resulta ser el perro se convierte sin lugar a dudas en el personaje más emocionante.
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