Crítica de The Wonder: la fuerza del relato y la necesidad de las historias

Florence Pugh protagoniza la nueva película de Sebastián Lelio (Una Mujer Fantástica) para Netflix.

Irlanda, 1862. El país había superado hacía no mucho tiempo una de sus mayores tragedias: la hambruna, que había costado las vidas de casi dos millones y medio de habitantes. Un país profundamente católico que se inclinó mucho más en su fe y encontró en ella una de las pocas salidas, por más que esto podía herir más que sanar en más de una oportunidad. The Wonder cuenta la historia de Elizabeth Wright, una enfermera inglesa que es llamada a un pueblo rural de la isla para ser una de las integrantes de una comitiva que debía observar a Anna O’Donnell, una niña de 11 años que desde hacía cuatro meses no probaba bocado, y que el pueblo ya consideraba una santa.

La nueva película del chileno Sebastián Lelio, responsable del filme ganador del Óscar a Mejor Película Extranjera, Una Mujer Fantástica, narra un drama de época que nos habla acerca de las historias y las funciones que cumplen en la sociedad. Las historias como escape, como vehículo de creencias, como modo de supervivencia. Desde las más grandes, reflejadas en la Biblia; hasta las pequeñas, omisiones que se convierten en relatos comunes para pasar el día a día. En un país diezmado por la miseria que desde hace siglos vive a la merced de Inglaterra, las historias son una de las pocas cosas que les quedan, que les dan sentido de la identidad. Por esto, para la nueva enfermera, es tan difícil poder comprender la importancia y la función que cumple la fantasía de una niña santa, que se alimenta de maná del cielo.

En un clima casi claustrofóbico y angustiante, Lib, interpretada por Florence Pugh en un papel hecho a su medida, tiene que observar a Anna (Kíla Lord Cassidy) en turnos de ocho horas que se reparte con una monja, ambas asignadas por un comité de líderes del pueblo que busca confirmar el milagro. Pero Lib es una mujer de ciencia, y sabe que no es posible que la niña pueda estar viva después de cuatro meses de ayuno en los que solo tomó agua, y además de observar cada uno de los movimientos de Anna, vigilará a su familia, para asegurarse que de ellos tampoco estén interfiriendo en esto. Su objetivo es uno solo: descubrir que es todo una farsa y conseguir que vuelva a comer, porque sabe que su vida corre peligro.

Pero es aquí en donde entran en juego las creencias, porque los O’Donnell ya han sufrido una tragedia. El hijo mayor falleció hace unos años y su presencia parece seguir presente en esa casa; en la fotografía de la familia, el joven parece observar a cada persona que contempla el cuadro, debido a sus ojos pintados por encargo de la madre. El milagro de Anna parece ser una respuesta del señor luego de esta pérdida, así lo quieren percibir ellos, a pesar de la insistencia de la enfermera de que la vida de la pequeña corre peligro. Pero un milagro vale más que sus vidas, y esto es algo que Lib no está dispuesta a aceptar.

Florence Pugh es una de las pocas actrices de su generación que puede presumir una filmografía casi perfecta, más allá de películas olvidables en las que ha aparecido, su trabajo en estas siempre es lo mejor (y a veces lo único bueno) que las cintas tienen para presumir, –Don’t Worry Darling es el ejemplo más cercano, pero también puede aplicarse a Black Widow-. Pero a veces llega un guion que está a la altura de su talento y The Wonder es uno de esos casos. Su personaje, tan complejo como profundo, tiene que lidiar con una cultura que le es completamente ajena, y luchar con todas sus fuerzas la necesidad de intervenir y alimentar, si es necesario a la fuerza, a Anna. Pero para ella, este no es un simple trabajo, su pasado, que se va develando de a poco y gracias a la aparición de un periodista (Tom Burke) que quiere escribir sobre “la niña milagrosa”, está relacionado con esta historia en más de un sentido y ella misma ha construido una narrativa sobre su vida para poder protegerse.

Anna y Lib irán entablando una relación casi de madre e hija, pero para la enfermera cada segundo será un suplicio porque tiene que ver, cómo frente a sus ojos, esta niña se consume y nadie parece estar dispuesto a hacer nada al respecto, porque una santa vale más que una chica sana. Los secretos del pueblo, ocultos por historias se irán develando de a poco y quedará en manos de la protagonista determinar que hacer, no solo con sus creencias, sino también con las de todos los que la rodean.

Con una fotografía sublime y un soundtrack que acompaña a la perfección cada uno de los climas planteados en este relato, The Wonder se convierte en uno de los grandes estrenos de fin de año y una fuerte contendiente para la temporada de premios. Pero por sobre todas las cosas, se planta como una película que nos recuerda que las historias pueden tener más de una función, y que todas ellas son válidas.

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