Crítica de Toy Story 4

Woody siempre ha estado seguro acerca de su lugar en el mundo. Entonces cuando la querida artesanía devenida en juguete de Bonnie, Forky, se declara como basura, Woody asume la tarea de mostrarle el por qué debe abrazar el ser un juguete.

Toy Story 4

Crecimos con ellos, compartimos sus aventuras, sus alegrías, sus penas. Pixar es, sin lugar a dudas, el estudio de animación por excelencia y con Toy Story 4 demuestra que sólo ellos pueden mantener a estos personajes vivos por casi 25 años y seguir sorprendiendo a la audiencia. Esta nueva aventura es un epílogo de la saga animada más famosa del cine y le da el cierre que merece, una hermosa película que se disfruta de principio a fin.

Andy ya los dejó ir, ahora es Bonnie la dueña de los juguetes y ellos están felices de volver a ser queridos y de formar parte de las aventuras que esta niña imagina. Pero debe empezar el jardín, y Woody (Tom Hanks) decide acompañarla para que no se sienta sola. No lo estará por mucho tiempo ya que hace un amigo, en el sentido más literal de la palabra. Su nuevo juguete favorito será Forky (Tony Hale), un tenedor-cuchara descartable que ella convirtió en un juguete al escribir su nombre en una de sus patas hechas con palitos de helado.

Toy Story 4

Toy Story 3 supuso el final de las aventuras con Andy y su despedida de los juguetes que lo acompañaron toda su infancia. Esta nueva entrega se centra en lo que eso supone para ellos, sobre todo para Woody; enfrentar una vida sin Andy, con un nuevo niño. ¿Sigue valiendo hacer todo por verlos felices? ¿Bonnie es lo mismo que Andy para Woody? Ya podrán suponer que es una película profundamente emotiva, esta saga siempre tuvo como protagonista al vaquero y es por eso que este es su final, el que merecía, el más lógico para su personaje.

Pero no está sólo, Buzz (Tim Allen) demuestra ser el mejor escrito de la franquicia, poniendo en práctica todo lo que aprendió desde que «aterrizó» en el cuarto de Andy y, si bien no aparece tanto como en las anteriores, cada una de sus escenas le pertenece por completo. Esta película también marca el regreso de Bo Peep (Annie Potts), a quién no veíamos desde la segunda, y es recién en esta que tiene un papel relevante, en las primeras dos era simplemente el interés romántico de Woody sin mucho más que agregar, pero aquí es un personaje tridimensional, complejo, un punto de quiebre para la historia y la encargada de salvar el día en más de una ocasión. Además hay nuevos personajes: Ducky y Bunny (Keegan-Michael Key y Jordan Peele, respectivamente), dos peluches de un puesto de feria, Duke Caboom (Keanu Reeves), el mejor acróbata de Canadá y, por supuesto, la villana: Gabby Gabby (Christina Hendricks).

Esta nueva aventura empieza cuando Woody debe salvar a Forky y explicarle por qué ser un juguete vale la pena, porque la sonrisa de un niño es lo más valioso que tienen y, en este recorrido, él descubrirá mucho de sí mismo. Toy Story 4 es, sin dudas, la más divertida de la saga. Los chistes son brillantes y están presentes casi todo el tiempo, pero esto no le resta a la parte emotiva, porque también es una película que hará llorar a todos aquellos que siguieron estas películas. A aquellos que, como yo, crecieron junto a ellos, que los quieren como propios y para todos esos a los que nos va a costar decir: «Adiós, Vaquero».

10 puntos

 

 

 

 

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