Desde siempre las películas han imaginado cómo sería el futuro de la humanidad: avanzado tecnológicamente, distópico, apocalíptico y hasta perfecto. Situarse años, décadas o incluso milenios más tarde permite jugar con lo inexistente e irreal, pero a veces algunos inventos resultan en predicciones. Uno de los casos más conocidos es el de Back to the Future II de 1989, en la que viajan a un -por entonces- distante 2015. 

A punto de pasar las puertas de una nueva década, repasamos cinco películas que se ambientan en el 2020 y vemos cómo cada una planteó qué sería de la raza humana.

 

PACIFIC RIM (2013)

Para Guillermo del Toro, al mundo como conocemos le queda poco tiempo hasta que se abra una grieta en el océano y empiecen a salir kaijus que destrocen todo lo que tengan por delante. Por suerte, también van a haber robots colosales (jaegers) para defender a la humanidad y acabar con los monstruos gigantes.

No es una obra maestra de la narrativa ni mucho menos, pero cumple con lo prometido: un espectáculo visual de criaturas enormes contra robots con espadas. Pacific Rim es eso, un jaeger que agarra un barco para usarlo de bate de baseball y reventarlo contra un kaiju; lo que instantáneamente consigue la emoción del espectador. Y aunque cuando se estrenó no tuvo la mejor aceptación de la crítica, con el tiempo se la ha sabido tomar como lo que es: un blockbuster pochocloero de acción constante.

EDGE OF TOMORROW (2014)

Parece que el 2020 no es un buen año tanto para la Tierra como para Tom Cruise. A partir de All You Need Is Kill, Doug Liman se inspira de la novela ligera y pone a nuestro planeta bajo una invasión extraterrestre que avanza letalmente sin dejar esperanza para la raza humana. Sin embargo, el soldado interpretado por el mega actor de Hollywood, tras morir en batalla, queda atrapado en un loop temporal que lo hará revivir constantemente el mismo día una y otra vez, aprendiendo sobre la marcha la manera de revertir la historia.

Llamada la Groundhog Day de acción, Edge of Tomorrow es una grata sorpresa con batallas entretenidas, fuertes personajes (Emily Blunt la rompe toda) y una trama inteligente que rara vez se ve en blockbusters de la talla.

A QUIET PLACE (2018)

Parece que Emily Blunt se contagió de la tendencia de un 2020 apocalíptico causado por alienígenas. De la mano de John Krasinski, su esposo en la vida real, tanto en la dirección como dentro de la película, la pareja deberá junto a sus hijos adaptar su vida cotidiana al silencio extremo para sobrevivir a la amenaza de criaturas mortales que recompensan su falta de visión con una altísima y fatal sensibilidad sonora.

Nadie se vio venir el éxito que fue A Quiet Place. La introducción es brutal y deja sentada las bases de cómo será hasta el final: cargada de silencios que solamente aumentan la tensión y mantienen al espectador al borde del asiento. Su idea original, sumada a su excelente manejo del suspenso, la hizo una de las mejores películas de terror del 2018.

REIGN OF FIRE (2002)

Para sumar a la lista de criaturas que invadieron el planeta, en otro futuro distópico son los dragones los que nos tienen dominados. Para combatirlos, un grupo de sobrevivientes se esconde en un castillo de Londres y, tras la llegada de un nuevo cazador, comienzan a formar un plan para acabar con la tiranía de los seres mitológicos.

En resumen, Reign of Fire se basa en Matthew McConaughey y Christian Bale enfrentándose a dragones con armas y tanques de guerra. La crítica en su momento le dio con un palo y apenas logró recaudar más de lo que costó -82 millones de dólares contra 60-. A pesar de su polémica premisa, hay que concederle que es diferente y original; incluso si falla en la ejecución.

REAL STEEL (2011)

Finalmente un 2020 en el que la humanidad vive sin preocuparse por aliens o dragones. La apuesta futurista apunta al boxeo robótico como uno de los deportes más convocantes e importantes de la sociedad. Claro que no es más que un contexto para contar la historia de cómo Hugh Jackman se reconecta con su hijo a medida que triunfan con un robot de entrenamiento de segunda mano.

La receta para Real Steel es un pizca de drama paternal, una cucharada de slumdog story y mucho -tal vez demasiado- de Rocky -u Over the Top, para seguir con Stallone-. Para su suerte, la falta de originalidad la sobrecompensa con increíbles peleas mano a mano entre robots y un final emocionante, aunque copiado.

Según parece, en su mayoría el cine no le ve un buen futuro al 2020. Con un poco de suerte, la humanidad seguirá sin invasiones ni apocalipsis en lo que respecta a la nueva década. O al menos eso creemos…