Especial BIOS: Charly García

Unas líneas dedicadas al primer capítulo de este documental de National Geographic, centrado en el gran Charly García.

BIOS, Charly García

BIOS, vidas que marcaron la tuya se estrenó recientemente en formato de emisión semanal, a través de la señal de cable National Geographic. La novedosa propuesta ofrece un relato en primera persona por parte del artista retratado a lo largo de cada episodio, buscando aproximarse a momentos claves de la trayectoria que nos ayuden a conocer el recorrido íntimo que han hecho grandes figuras latinoamericanas de la música para convertirse en personajes de culto, íconos de su tiempo y de su gente.

Emitido en capítulos de dos horas bajo el formato de entrevista, la serie recurre a material de archivo para realizar un recorrido cronológico, desde los comienzos del artista hasta nuestros días. De esta manera, los especiales de BIOS –que ya anuncian futuras temporadas- van trazando un relato apasionante, que se enriquece con testimonios inéditos de figuras importantes que marcaron la carrera del músico elegido, intentando responder interrogantes que construyan diversas miradas posibles sobre el fenómeno personal.

Seleccionando un puñado de artistas trascendentales de nuestra música, la primera temporada de la serie ofrece un trío protagónico de primer nivel: Gustavo Cerati, Charly García y Álex Lora, líder del mítico grupo El Tri. La particularidad de cada episodio es que la entrega es conducida por una personalidad que tiene fuerte implicación con el artista retratado. La serie debutó el pasado 11 de noviembre, en donde la cantante mexicana Julieta Venegas ofició de cronista, rememorando vida y obra de Charly García.

BIOS, Charly García

Capítulo 1: CHARLY GARCÍA

El precio de ser leyenda: Mi capricho es ley

Reconocido como uno de los fundadores indiscutidos del rock nacional, Charly García busca, en tono confesional, entregar pistas que permitan explicar la génesis de su obra, sus posturas políticas en tiempos de dictadura y sus conductas transgresoras. El espectador, no sin cierta nostalgia, descubrirá su temprana fascinación por la música y la pasión innata por el arte en sus diversas formas, bajo el tamiz de la mirada de un artista que, a través de sus letras, contó el pulso histórico de nuestro país.

BIOS recopila la trayectoria musical de Charly García, dimensionando su impacto dentro de la escena del rock local y su legado para generaciones posteriores de quien, para muchos, fue mentor absoluto. Centrándose en su figura carismática, coloca en contexto la obra de García para desmenuzarla en mayor profundidad y completarla en el tiempo. El reportaje -llevado a cabo en diversas locaciones, entre ellas en el departamento del propio músico- pone el acento en un tono intimista, en donde el artista expresa en tiempo presente y con un par de frases -igual de contundentes que conmovedoras- la razón de su ser creativo.

El rumbo aquí trazado tiene su origen en Sui Generis, la banda fundacional de nuestro rock, para ofrecer, a partir de allí, un vibrante recorrido por cuatro décadas de música. Abordando su obra por etapas, desde la importancia que representó para su carrera Serú Girán hasta su debut solista, el recorrido hace hincapié en el punto de quiebre que representó para García su etapa «Say No More», apoyándose en testimonios de personajes claves en la carrera de Charly como David Lebon, Pedro Aznar, Ramón Ortega y su hija Rosario, actual corista de la banda.

BIOS, Charly García

Como paradigma del fenómeno de reescritura sobre su propia obra, el itinerario nos ayuda a apreciar el universo García en su real magnitud y llevarnos a una visión compacta y acabada de la obra en su totalidad, con un acento puesto en lo humano, que desnuda fragilidades y flaquezas del ídolo. Veremos a un músico capaz de afrontar y superar las sucesivas crisis que empañaron su trayectoria, saliendo adelante a pesar de sus recurrentes encuentros con el diablo. Su danza con la muerte en tiempos pasados refleja una trayectoria marcada por las adicciones, el inconformismo político y otros vicios del rockstar consumado, quien, hoy victorioso, se ríe de aquel salto del noveno piso en su Mendoza fatal.

La serie también rescata sus últimas participaciones en vivo, siguiendo de cerca su regreso a los escenarios, presentando el espectáculo «La Torre de Tesla», en el teatro Gran Rex el pasado mes de abril. Lo que celebra la fervorosa y colmada platea del escenario porteño es la emoción de verlo vivo a Charly -más vivo que nunca- superando las desavenencias del pasado, donde subirse a un escenario, y permanecer contenido en él por el resto del show, parecía una quimera imposible. Además, la serie perfecciona el efecto intercalando testimonios de fans millennials que profesan su admiración junto con jóvenes conmovidos por Charly a las puertas del Luna Park ’75 en vísperas del «Adiós Sui Géneris». Un ídolo intocable que trasciende tiempos y modas.

Ya no se trata de la sorpresa que representa enfrentarse al mito de un artista renacido de sus cenizas, al que uno no creía poder ver de vuelta arriba de un escenario como en aquel diluvio de Vélez 2009. Ni siquiera del asombro hacia el músico prolijo, remozado y rehabilitado que encaraba el repaso de su carrera con dignidad interpretativa y respeto hacia su obra en sus más recientes apariciones. Percibir y valorar en forma justa el lugar que ocupa la obra y la figura de Charly García dentro de nuestra música popular nos ayuda a comprender su impacto de verdadera deidad por encima de lo humano. García fue un sobreviviente entre tanta tempestad, sorteando las desavenencias de una vida al límite y un destino trágico, reconociéndose a sí mismo como el mesías de nuestro rock y portando esa insignia como un innegable elegido.

La versión actual de Charly encuentra a un artista revisionando su espesa obra, en búsquedas estéticas y sonoras que revitalicen el legado de sus canciones. Desde otro lugar de la vanguardia, reentendiéndola, incluso autoexigiéndose a reinventarla y resignificarla ante los ojos de las nuevas generaciones. Parte de la religión Say No More, a quienes cambió sus vidas para siempre. BIOS captura la esencia del último rockstar vernáculo, rebelde y redencionista. Porque la vanguardia es así.