Kenneth Branagh: un repaso a sus mejores obras como director

Pocos han trabajado a William Shakespeare como él.

Kenneth Branagh

Director, guionista y actor, Kenneth Charles Branagh es asociado generalmente a las adaptaciones shakesperianas, tanto cinematográficas como teatrales. Nacido en Irlanda, un 10 de diciembre de 1960, él es uno de los intérpretes y realizadores más respetados de su país, muchas veces estuvo nominado a prestigiosos premios. Su carrera tiene varios hitos frente a cámaras, pero en día de su 59º aniversario decidimos homenajearlo al repasar algunos de sus más ilustres obras bajo su excepcional dirección.
 
Murder on the Orient Express (2017)

Kenneth Branagh, Murder on the Orient Express

Durante un trayecto del lujoso tren Expreso Oriente se produce un asesinato. Cuando una avalancha detiene el avance, el prestigioso detective belga Hércules Poirot sube al vehículo para investigar quién es el autor del crimen, pero pronto notará que todos los pasajeros parecen sospechosos. Esta adaptación del clásico de Agatha Christie se dispone desde el comienzo a privilegiar la narrativa y dirigir a los actores más allá de cualquier capricho de estudio. Desde Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Penélope Cruz, Judi Dench y Daisy Ridley, entre otros, el reparto se cimienta al 100% sobre la impresión personal del cineasta sobre el autor de la obra literaria. Este crimen revela incluso contornos «shakesperianos» -marcadores insignia del trabajo de Brannagh- al disponer de una tragedia como un medio para revelar una fractura del alma humana.

Thor (2011)

Kenneth Branagh, Thor

Tras desatar una antigua guerra, el arrogante guerrero Thor es desterrado a la Tierra por su padre para que viva entre los hombres y descubra así el verdadero sentido de la humildad. Allí, sin sus poderes, Thor deberá enfrentarse a las fuerzas más oscuras que su mayor enemigo le enviará desde Asgard. La dirección del irlandés sobre el Dios del Trueno fue mucho más que la presentación del universo asgardiano de Marvel. Debido a esta producción conocimos a uno de los mejores villanos del estudio, Loki, quien es un jugador clave en el armado colectivo. En Thor se tuvo especial cuidado de respetar el material original y hacerlo atractivo para el público en general. Fue un punto de inflexión y una gran apuesta para Branagh, quien le dio al evento algo de solemnidad, creando un héroe creíble. La ciencia deja espacio para la magia, pero sin perder de vista a la primera.

The Magic Flute (2006)

Kenneth Branagh, The Magic Flute

En la víspera de la Primera Guerra Mundial, la Reina de la Noche (Amy Carson) ordena al soldado Tamino (Joseph Kaiser) rescatar a su hermosa hija Pamina, quien fue capturada por Lord Sarastro. Pero en el curso de su misión, Tamino descubre que no todo es lo que parece. La Flauta Mágica describe una guerra cósmica entre la oscuridad irracional de la Reina y los valores ilustrados de Sarastro. En esta versión moderna, también describe un mundo en guerra, con naciones bombardeándose entre sí. Pero la película se concentra en un romance familiar, descubierto por primeros planos. Un dirección definida por la proximidad de búsqueda de la cámara a la cara. En futuras entrevistas, Branagh admitió que quiso darle a la historia de Mozart una amplitud épica, así que puso la ópera en una zona de combate.

Hamlet (1996)

Kenneth Branagh, Hamlet

De todas sus versiones cinematográficas esta es una de las más fieles, ya que por primera vez el texto completo de William Shakespeare fue llevado a la pantalla. Las producciones anteriores -y posteriores- cortaron partes de la historia, pero solo Branagh se atrevió a mostrar el trabajo en su totalidad. Se nos presenta la clásica trama en todos sus aspectos, lugares, acciones y temas. Nada queda afuera. Uno de sus proyectos más ambiciosos, realizado con notable esfuerzo y determinación por parte del irlandés.

Hamlet es épica, grandiosa, un resultado digno de elogiar. Y como en todas sus adaptaciones del clásico dramaturgo, Branagh desempeña el papel principal, evitando cualquier exceso, formando un personaje moderado incluso en sus momentos de furia y desesperación. Aquí hay muchos susurros, miradas y primeros planos que amplifican la ansiedad y el dolor del protagonista. Así también es el texto, al cual le confiere más importancia que cualquier interferencia estilística que intentase destacar, haciendo que ese mundo de intriga, falsedad, orgullo, locura y venganza sea más palpable. No es solo una gran película basada en un gran escrito, también es una de las experiencias más grandes y profundas jamás creadas por el cine.

Mary Shelley’s Frankenstein (1996)

Kenneth Branagh, Frankenstein

La prematura muerte de su madre durante un parto arranca violentamente a Victor Frankenstein de su idílica vida en Ginebra. Desde ese día, la idea de vencer a la muerte será su obsesión y, por ello, decide estudiar medicina. Allí conoce al siniestro profesor Waldman, de quien se rumorea que pasó su juventud estudiando la posibilidad de crear un ser humano. Víctor no solo se interesa por sus experimentos, sino que está dispuesto a llegar hasta el fondo de la cuestión cueste lo que cueste.

Un elenco que incluye a estrellas como Robert De Niro y Helena Bonham Carter en una película con una historia atractiva, con la dosis correctas de horror y suspenso. Es interesante de ver durante toda la obra la ruptura de un tabú impuesto por la sociedad y la Iglesia desde tiempos inmemoriales: la creación de la vida. Un film que puede ser disfrutado por todos los amantes del terror y el thriller.

Much Ado About Nothing (1993)

Kenneth Branagh, Much Ado About Nothing

Después de una batalla, un príncipe siciliano y su séquito llegan a un pueblo italiano, donde son recibidos con gran regocijo. Allí, en plena villa de la campiña siciliana, el amor florecerá en el acto pero hay personas interesadas en sembrar la discordia.  En general, es una pieza divertida, ligera y rítmica con, al mismo tiempo, algunos tonos más oscuros como catalizadores de la historia. Much Ado About Nothing es la quintaesencia de la fórmula moderna para películas shakesperianas: reconocidos actores teatrales se mezclaron con estrellas de Hollywood en lugares paradisíacos, escenas opuestas de distinto ritmo, contenido fácilmente discernible y la eliminación de largos monólogos.  Un resultado de alta calidad con magníficas escenas, grandes actuaciones, fieles a la original y diseñada para el público moderno.

Henry V (1989)

Kenneth Branagh, Henry V

El rey es una simple marioneta para la Iglesia, quien lo maneja y dirige a su antojo para conseguir sus propios intereses. De esta forma, el clero convence al joven rey para que comience una guerra contra Francia y así hacerse con el territorio vecino, aunque poco a poco recapacitará y se dará cuenta de que la guerra debe terminar por el bien de sus tropas. Una excelente obra épica escrita, dirigida y protagonizada por el mismo Branagh.

Si bien el guion no es del todo fiel a los hechos históricos, el film expone una hermosa fotografía, un rico vestuario y una excelente banda sonora. Su punto culmine es, sin duda, la famosa batalla de Azincourt, con secuencias brillantemente ejecutadas. Su obra tiene una entrada espectacular, retroiluminada y enmarcada con enormes puertas de palacio, siendo un rey de principio a fin. Lo que funciona mejor es, sin duda, su visión general. Branagh puede verse a sí mismo como un rey, y así el espectador puede verlo como uno. Trama, bromea y engaña a sus soldados durante su famoso recorrido por el campo la noche antes de la batalla. Junto a un elenco de actores de renombre, Branagh aún no tenía 30 años y debutaba detrás de cámaras con ella.

Vemos cómo la constante actitud de nuestro cumpleañero de tomar riesgos comenzó desde hace tiempo. Hacerla podría haber sido un fracaso estrepitoso pero, en cambio, fue un éxito rotundo que le terminó dando la candidatura a mejor realizador y mejor actor en los Premios de la Academia de ese año, en tanto que se llevó el BAFTA por su dirección.