Lo Mejor del 2018, según Migue Fernández

Este año estuvo cargado de buen cine y estas fueron mis películas favoritas.

CINESCONDITE

Fin de año y momento de reflexión, de balances, de listas. Tuvimos un buen 2018 en CINESCONDITE. Lamentablemente tuvimos que decir adiós a algún que otro integrante, pero sumamos muchas más plumas que por suerte pueden leer con frecuencia. Probamos con algunas reseñas en video que esperamos retomar en el 2019, después de algunos ajustes en materia de diseño. Afortunadamente publicamos cada vez más contenido, siempre interesados en traer todas las novedades del mundo del cine a sus pantallas. Pero lo que aquí me compete es un balance de mis películas favoritas del año. Como siempre, advierto que considero el hacerlo como un atrevimiento. No me siento en condiciones de hacer una lista exhaustiva de «lo mejor del 2018», básicamente porque no puedo ver todo lo que me gustaría ver. Esta es, entonces, una selección personal de mis mejores experiencias frente a la pantalla durante los últimos meses. Se le podrán hacer objeciones y los invito a que las hagan, supongo que también habrá coincidencia en alguna que otra.

Para todas tengo argumentos que justifican su elección. Y para el final unas menciones especiales que bien se habrían ganado su lugar de haber tenido la posibilidad de hacer un Top 15 o 20. El orden es alfabético, todas me hicieron pasar grandes experiencias. No van a encontrar a películas como The Shape of Water, The Florida Project, Call Me By Your Name o Lady Bird, lanzadas este año en pantallas locales. Soy algo arbitrario a la hora de hacer mi lista y trato de mezclar el calendario de estrenos de Estados Unidos con el nacional, pero no me gusta someter mis elecciones a los caprichos de las distribuidoras que eligen lanzar películas del 2017 después de que tuvieron su paso por los Premios de la Academia del año siguiente. Ya hablamos suficiente de esas películas en su momento, así que prefiero darle el lugar a otras.

Sin más preámbulos, aquí mis 10 favoritas del 2018, con un bonus track para el final:

A Quiet Place

A Quiet Place

Después de dos películas de poco vuelo, John Krasinski se catapultó como un realizador a seguir de cerca con A Quiet Place. Director, co-escritor y protagonista, demuestra maestría en el cine de género con una mezcla de terror, ciencia ficción y drama familiar que se consolidó como una de las apuestas más originales de este año. Un thriller contenido y minimalista, con una premisa clara que respetó a rajatabla hasta el final. Ejecutada a la perfección y con una labor brillante de parte de Emily Blunt, se afianzó como una de las mejores experiencias cinematográficas que tuve en este 2018, básicamente por hacer a un lado uno de los principales recursos que el séptimo arte ha tenido a lo largo de su historia.

A Star is Born

A Star is Born

Esta llegó acompañada de mucho comentario positivo y la vi con cierta cautela, no obstante no pude evitar verme arrastrado por su potencia. Me demolió. ¿Historia conocida? Sí, ¿y entonces? Ya tenía cuatro nominaciones al Premio de la Academia y una carrera frente a cámaras muy destacada en el último tiempo, pero con su debut como realizador Bradley Cooper terminó de consagrarse y me gustaría verlo ganador de algún premio grande por este proyecto, sobre todo en términos de actuación. Honesto, desgarrador e inolvidable, creo que su Jackson Maine es el mejor papel de su carrera y se grabó a fuego en mis retinas. Para nada quedó atrás Lady Gaga, quien dotó a su Ally del corazón y pasión que el personaje y la película necesitaban. Cooper filmó con el alma y la fotografía de Matthew Libatique (Black Swan) terminó de sellar la belleza de sus imágenes, que se mezclan, se abrazan y se funden con una banda sonora de ensueño que es uno de los tantos caballos de batalla de esta historia del nacimiento de una estrella. Ya contada varias veces, pero que todavía puede sorprender y maravillar.

BlacKkKlansman

BlacKkKlansman

Spike Lee lo hizo de nuevo. Un policía negro se adentra en el KKK para desbaratarlo desde adentro. Dicha premisa real le proveyó al director las herramientas como para encarar otra película de fuerte contenido social, pero que además lo devuelve al terreno mainstream. Rebosante de ritmo y swing, con una banda sonora formidable, el cineasta conecta un fuerte puñetazo atrás del otro, moviéndose al compás como un experto pugilista. Con John David Washington como un héroe del blaxploitation, Lee propone una película importante que dialoga de forma permanente con la actualidad. Y si bien tiene en claro que quiere hacer una de corte político, sobre el pasado reciente pero con una mirada crítica sobre la actualidad de Norteamérica, no pierde de vista el hacer de ella una producción vibrante, tensa, apasionante y absolutamente satisfactoria. Y no por nada es una de las mejores de su carrera.

Black Panther

Black Panther

«¡Wakanda Forever!» Me debatí entre si tenía que incluir a Black Panther o Avengers: Infinity War en la lista y finalmente me decanté por la primera. El ambicioso crossover me resultó notable. Con un villano a la altura del enorme proyecto que se cocinó y grandes batallas épicas, la Guerra del Infinito fue aún más satisfactoria de lo que hubiera soñado. Sin duda es una de las grandes películas de Marvel, pero la de T’Challa me pareció mejor película en general. Ryan Coogler (Creed, Fruitvale Station) se valió de todos los recursos cinematográficos disponibles como para hacer lo mejor posible. A todas luces es cool. Es sublime en términos de vestuario, la fotografía se presenta suntuosa con una paleta de colores explosiva, y la música -pieza muy criticada dentro del MCU- se carga de una potente mezcla de sonidos tradicionales africanos con otros electrónicos y orquestales. Con un gran elenco de figuras, me permito resaltar al Erik Killmonger de Michael B. Jordan, un antagonista tan preparado como brutal y despiadado, pero que a su vez tiene motivos coherentes que resuenan en nuestro mundo y con los que se puede sentir empatía, tanto que promueve el cambio de pensamiento del protagonista. No es una tarea menor y Coogler se consolida como uno de los cineastas más interesantes en aparecer en el último tiempo.

Hereditary

Hereditary

Otra película a la que había que acercarse con cautela, dada la gran cantidad de elogios con la que llegaba a nuestras salas. Pero por más que me aproximé con cuidado, no estaba del todo listo para esta ópera prima de Ari Aster. Un drama familiar de terror que se cuece a fuego lento, que construye su atmósfera en forma artesanal, sin depender de sustos imprevistos pero con un nivel de tensión que lleva a contener la respiración. Honestamente me perturbó y salí del cine afectado por lo visto, por los giros del guion, por su aterrador final, por el descomunal trabajo de Toni Collette, por el severo derrumbe psicológico de una familia frente a mis ojos, con la belleza de una obra de arte pincelada con esmero y mucho cuidado. Otro realizador del que uno espera mucho a futuro.

Mandy

Mandy

¡Open the Cage! Alucinante y alucinógeno, el film de Panos Cosmatos me pareció un desquicio fantástico. Me atrapó desde su escena inicial, con esas imágenes del verde bosque al sonido de King Crimson. Visualmente demoledor, con ese juego de luces permanente que electrifica, es un film de culto inmediato, una oda artística que se florea en cada plano. Con un Nicolas Cage desatado para bien y un Linus Roache fenomenal, es un viaje lisérgico cargado de gore que respira heavy metal y escupe fuego. Ni hablar de Red Miller forjándose un hacha de batalla, entablando un combate con motosierras o aspirando cocaína de un vidrio. Es ácido en el cuerpo y un baño en sangre, es imagen imborrable tras imagen imborrable, consolidándose como uno de los mejores proyectos a los que el actor ganador del Premio de la Academia prestó su nombre en muchos años.

Mission: Impossible – Fallout

Mission: Impossible - Fallout

Uno se llena de dudas a la hora de escribir sobre sus favoritas del año, porque no quiere dejar a ninguna afuera. La entrada más fácil en esta lista, que no titubeé ni un segundo en incluir, fue la sexta entrega en la saga encabezada por Tom Cruise. Pone la vara bien en alto desde el comienzo, que bebe de la fuente de Brian De Palma, pero no deja de superarse a lo largo de sus apasionantes 147 minutos. Christopher McQuarrie te conecta a un surtidor constante de adrenalina, con una secuencia apasionante detrás de la otra, al punto de que es difícil de elegir cuál es la mejor escena. Y no es solo espectacularidad por sí misma, sino que Fallout se permite explorar a Ethan Hunt como personaje y hacer que las apuestas se perciban más altas que nunca, la tensión es real porque son los suyos los que están en verdadero riesgo. La mejor película en la franquicia Mission: Impossible, es también uno de los grandes thrillers de acción del 2018.

Paddington 2

Paddington 2

Paul King es un tesoro. Las segundas partes no siempre son buenas, pero hay excepciones a la regla. Paddington ya era una gran película, pero esta secuela fue todavía mejor. Cargada de humor slapstick que disfrutan los pequeños como los más grandes y con mucho corazón, tiene el tono justo de inocencia como para resultar maravillosa. Mantiene ese espíritu sincero e inofensivo de su antecesora, tiene altas dosis de buena comedia, convoca a unas figuras de peso a su elenco, se arma de una bella paleta de colores pastel y hace un perfecto balance entre lo clásico y moderno, con una realización más bien artesanal. Se convierte en otra producción exquisita sobre el personaje -que en ningún momento subestima a su público- y en otro notable paso en la carrera tras de cámaras del cineasta, que ha sumado muchos proyectos de alto perfil a su agenda desde entonces.

Roma

Roma

Tuve mis dudas respecto a la inclusión de la última de Alfonso Cuarón, pero lo cierto es que pocas películas me movilizaron tanto en este 2018. Es, después de todo, cine en estado puro. Filmada en un elegante blanco y negro, luce suntuosa en todo momento. En términos formales es impecable -eso sí, tuve que poner subtítulos-, cada plano bien diseñado para lograr el arte más puro. No pretende ser otra cosa que lo que es: un homenaje a las mujeres de la vida del realizador, especialmente a su criada, con una historia que se ve a través de sus ojos. En ese sentido, ofrece un retrato honesto y descarnado de lo que es la vida de Cleo, quien es «parte» de la familia pero siempre desde el otro lado de una barrera invisible pero infranqueable. Me hizo llorar dos veces. Me sentí algo manipulado por una las dos escenas que lo logró, cruel por demás pero filmada con absoluta belleza, al punto de que sentí que era algo más propio del cine de su coterráneo Alejandro G. Iñarritu. Lo precioso de sus imágenes terminó por imponerse.

The Night Comes for Us

The Night Comes for Us

Timo Tjahjanto (Headshot) me voló la peluca. Gareth Evans se dedicó a la muy buena Apostle, The Raid 3 nunca llegó y la noche vino por nosotros. Sangrienta y brutal, nos proveyó de esa necesaria dosis de violencia made in Indonesia que tanto necesitábamos desde que Iko Uwais empezó a repartir codazos y rodillazos. Su historia se presenta demasiado compleja y conspira en su contra. Pero el cine se abre camino a fuerza de machetazos y nos entrega un brutal combate atrás de otro, con algunas caras conocidas propias de esta camada de artistas marciales que vinieron a revitalizar el género con acción de la buena, con intensas coreografías filmadas con gran pulso. Tan salvaje como estilizada, es una cosa de locos.

BONUS TRACK

The Ballad of Buster Scruggs: Algún lector atento puede haber notado que no hubo crítica sobre la última película de los hermanos Coen. Quise hacerla y no llegué, fui pateándola. No pude escribirla pero nunca dejé de pensarla y por eso quise dedicarle unas líneas. Si no está en la lista es porque me pareció algo irregular, no todos los segmentos tienen la misma fuerza. La muerte es el conector de estos relatos salvajes del Oeste. Los mejores me parecieron el de Tom Waits (All Gold Canyon) y el de Zoe Kazan (The Gal Who Got Rattled), en ese orden, aunque creo que el favorito de la dupla fue el de la joven. Muy variados en su tono y estilo, pero con esa mirada cínica y oscura de los hermanos que no siempre es bienvenida, fue otra de las bellas experiencias cinematográficas que me dio el año.

The Other Side of the Wind: Un acontecimiento cinematográfico histórico, por más de 40 años en desarrollo. La última película de Orson Welles se estrenó 33 años después de su muerte. Autobiográfica a más no poder, el testamento fílmico del realizador es digno de profundo análisis y estudio, así como la última demostración del inagotable talento de un genio incomprendido. No la incluyo en la lista final porque creo que hay algo de trampa en su elección, porque considero que es importante para terminar de apreciarla el visionado de los documentales They’ll Love Me When I’m Dead y A Final Cut for Orson: 40 Years in the Making. Lo cierto es que Netflix tiró la casa por la ventana con lo que es uno de los lanzamientos más apasionantes que hayan agraciado a su plataforma. El film más personal del aclamado director, es un proyecto en el que volcó su corazón y todo lo que tenía para decir sobre el cine de su época, uno que permanentemente moviliza la reflexión y en el que se encuentran varias capas sobre las que pensar. Una película dentro de otra y dentro de otra, de haberse lanzado en su momento hubiera sido revolucionaria e incluso hoy en día se sintió moderna. Un film maldito, que devino en una gema compleja para todos los tiempos.

OTRAS GRANDES PELÍCULAS QUE ME DIO ESTE AÑO: Annihilation, Game Night, Teen Titans Go! To the Movies, Isle of Dogs, Ready Player One.