Lo mejor del 2021, según Ignacio Rapari

El año en que volvió la pantalla grande.

Un variado top 10, con una mención especial.

La pandemia no concluyó y el cine sigue padeciendo varios desajustes a causa de ella. De todas formas, en comparación al caótico 2020, hubo muchísimas más propuestas que tuvieron el valor agregado de poder disfrutarse en la pantalla grande. Sí, sin dudas no ha sido el mejor de los años en materia de películas. Pero no caben dudas de que seguramente fue mucho mejor de lo que podíamos intuir apenas comenzado, ¿no? En este top, sin orden de importancia, mis 10 favoritas del 2021.

A Quiet Place: Part II

Hay dos motivos que ubican a esta película en el listado. En primer lugar, uno emocional. Como bien recordarán, la esperada secuela del exitoso film del 2018 fue una de las primeras grandes producciones afectadas por la pandemia. A tan solo días de su estreno, los cines argentinos cerraron sus puertas durante casi un año pero finalmente pudo disfrutarse la nueva película de John Kransinski en las salas. Lo que nos conduce al segundo factor: estuvo a la altura de las expectativas. Sí, no sumó mucho más a la historia. Pero continuó el camino de su predecesora con la misma maestría y eficacia.

Wrath of Man

La última película de Guy Ritchie contó con un acierto más que atendible: no parecer una película de Guy Ritchie (o al menos de las últimas). Lejos de lo autorreferencial de sus anteriores producciones, este discreto –pero efectivo- policial negro/heist movie protagonizado por Jason Statham terminó siendo de manera inesperada una de las grandes sorpresas del año. Asaltos, giros argumentales, una narración que potenció la sencillez del conflicto y formas extintas en el cine mainstream. Una joya.

El prófugo

Tras una ópera prima bastante cuestionada (Muerte en Buenos Aires), la directora Natalia Meta regresó con una brillante readaptación de «El mal menor», la novela de horror de C.E. Feiling, que no solo sirve como ejemplo de que el cine y la literatura no ocupan planos de superioridad distintos, sino también como esperanza de que el cine de género en nuestro país tiene maravillosos aportes para dar.

No Time to Die

Otro título bastante vapuleado por la pandemia, que sufrió numerosas postergaciones0. La culminación de la etapa de Daniel Craig como James Bond fue tan épica como merecía y no dejó indiferente a nadie. Secuencias de acción espectaculares y un final que, a pesar de que al día de hoy sigue dando qué hablar, sin dudas se la jugó por todo.

Malignant

Parecería inexplicable que Warner Bros. haya estado involucrada en esta producción. Pero si agregamos que James Wan era el responsable, se entiende un poco más.  Este fantástico delirio clase B, y una de las películas más personales del director malayo, terminó siendo un fracaso de taquilla y algo esquiva para quienes esperaban encontrarse con una propuesta similar a la de la saga El Conjuro. O, en realidad, para los que simplemente esperaban “la típica de terror”. Afortunadamente, Wan buscó reinventarse y sin dudas lo logró. Como extra, se lleva el premio al momento del año: «It’s time we cut out the cancer».

West Side Story

Lamentablemente, el enorme debut musical de Steven Spielberg se vio opacado por la llegada de Spider-Man. La nueva versión del exitoso film dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins, basado en la obra de Broadway, fue completamente oportuno ya que la historia del enfrentamiento entre los Jets y los Sharks continúa siendo trascendente para los tiempos que corren. Además, el regreso de Spielberg estuvo repleto del inigualable poder visual y narrativo al que nos tiene acostumbrados y que, sin dudas, lo ubican entre las grandes figuras de la historia del cine.

Petite Maman

Tras la inolvidable Portrait of a Lady on Fire, Céline Sciamma regresó con este magnético relato intimista que, desde la postura de una niña, desarrolló temas como el duelo, las primeras inquietudes y la amistad con la sensibilidad propia de alguien que sabe qué contar y sobre todo cómo hacerlo. Ah, y tiene un hermoso toque fantástico que la hace aún más especial.

Last Night in Soho

Otro acercamiento al giallo (junto con Malignant) aunque la última película de Edgar Wright podría serlo con todas las letras. Un viaje irresistible al Londres de los años 60 potenciado por un misterio magníficamente narrado, en el que el todo resultante de puesta en escena, color, soundtrack y estilo termina siendo único.

Censor

Otra de las grandes sorpresas del año en materia de horror, ópera prima de Prano Bailey-Bond. Volvemos a Inglaterra, pero a los años 80. Una censora de películas investiga la desaparición de su hermana a partir de un extraño video casero. Aunque no terminó siendo una propuesta tan escalofriante como anticipaban sus avances, Censor logró ser mucho más perturbadora que otras propuestas de mayor difusión e invita a seguir de cerca el futuro de esta interesante realizadora.

Espíritu sagrado

Mucho se habló de esta película de Chema García Ibarra tras su paso por la última edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, lo cual no resulta para nada sorpresivo. Una tragicomedia sumamente incómoda en la que la desaparición de una niña y una extravagante organización dedicada a la ufología terminarán relacionadas de manera impredecible.

Mención especial: House of Gucci

Aunque se notó que las grandes expectativas de Ridley Scott estuvieron puestas en The Last Duel, House of Gucci terminó siendo una irresistible sátira sobre el poder, la traición y, por qué no, un manual sobre las formas más salvajes de la política. Si a ello se le suma una descomunal Lady Gaga y una irreverencia total para dar a presentar a esta histórica familia durante casi 3 horas que en ningún momento se sienten, al menos para quien escribe, esta fue la gran obra de Scott en el 2021.