Lo mejor del 2021, según Nacho Pedraza

Acá están, éstos son.

En un año que contó con la apertura de los cines pero también con la íntima relación junto a las viejas y flamantes plataformas de streaming que cuentan con estrenos propios y algunos simultáneos –decisión que generó más de una controversia-, el 2021 presentó algunos proyectos a destacar y que plantearon debate, no necesariamente marcando la excelencia o el gusto popular pero que les permite anotarse en esta subjetiva lista que recalca lo que dejó el calendario.

The Mitchells vs. the Machines

La gran propuesta animada del año. Por el mes de abril llegó a Netflix la historia dirigida por Mike Randa pero que cuenta con la mano de los talentosos Phil Lord y Christopher Miller (Spider-Man: Into the Spider-Verse), especialistas en el género que ofrecieron en los últimos años proyectos más que interesantes. En este caso, una gran aventura alberga a la familia protagonista con buenas secuencias cómicas que no recurren a la risa fácil y con una interesante crítica a la tecnología y la dependencia humana de la misma.

The Last Duel

Ridley Scott lo volvió hacer. En un terreno que conoce bien, fue por más y nos dio una de las mejores películas del año, con historias subjetivas sobre un hecho en sí para ir formando toda la crónica sobre estos personajes fríos, algunos despreciables pero ante todo bien formados por las sólidas actuaciones de un elenco estelar. Adaptando la novela de Eric Jager, The Last Duel: A True Story of Trial de Combat in Medieval France, el realizador nos dejó secuencias inolvidables.

Dune

Si bien dividió las aguas y la expectativa eterna pudo no ayudar a la hora de llegar a las salas, la adaptación de Denis Villeneuve a la novela de Frank Herbert –icónico en la literatura de la ciencia ficción- presenta el proyecto más ambicioso –detrás de las arañas- e impactantemente visual de este año. Cada toma, cada secuencia es una delicia que se disfrutó y mucho en pantalla grande, aunque la decisión argumental del realizador pudo generar debate.

È stata la mano di Dio

Otro largometraje visualmente asombroso, pero en un aspecto más terrenal. El Nápoles de la década del ’80 cobra vida en el nuevo proyecto de Paolo Sorrentino, que cuenta libremente su juventud en Italia y su inspiración para trabajar en el mundo del cine y cómo lo influenció un tal Diego Armando Maradona en su vida. Cada actuación, cada diálogo, cada escena están fríamente calculados a la hora de verlo en la pantalla, pero que cuenta con la calidez del director para presentarnos un coming-of-age exquisito.

The French Dispatch

Sin ser la mejor obra de Wes Anderson y que puede pasar rápidamente a una segunda o tercera línea de la filmografía del realizador, su nuevo proyecto ofrece un conjunto de cortos muy interesantes y diversos para aquel que sea fanático de sus creaciones y, con un elenco que alterna entre sus caras habituales y otras agradables incorporaciones, logra sus usuales y tan ordenadas puestas de escena geométricas y paleta de colores fraccionadas que ofrecen un vistazo cariñoso a una profesión tan debatida como el periodismo.

El Prófugo

La gran propuesta argentina del año. La película dirigida por Natalia Meta –seleccionada para representar al país en los Oscars como Mejor Película Extranjera- presenta un abanico interesante a la hora de afrontar el drama y suspenso, siguiendo a la protagonista, una excelente –cuándo no- Érica Rivas, acompañada por diferentes personajes que logran nublar aún más la trama y el ambiente sonoro que se genera en la hora y media.

Drive my Car

Uno de los largometrajes que más se mencionó durante el año y que parece llevar todos los pergaminos hacia el dorado en los Premios de la Academia. Con una narrativa que nunca decae pero que va llevando a pasos pequeños la historia, la película dirigida por Ryūsuke Hamaguchi presenta un drama que amaga con el golpe bajo pero que sabe salir a flote y presentar recursos sólidos para mostrarnos cuestiones de la vida a través de diferentes vertientes en sus propios protagonistas.

Don’t Look Up

Lo último de Adam McKay fue otra de las películas que dividió al público, muchos cuestionando un formato que es habitual del director. La sátira, la crítica y el debate a la vez del negacionismo y la frivolidad sobre temáticas sociales esenciales quedan representados en la comedia que llegó en los últimos días del año a Netflix y que cuenta con un elenco estelar que enriquece el proyecto y nos permite verlos en una faceta no siempre regular por parte de ellos.

007: No Time To Die

Seguramente no sea la mejor de la franquicia, pero la despedida del gran Daniel Craig merecía estar en la lista. Si bien el tercer acto no está a la altura de todo lo construido anteriormente, y el villano interpretado por Rami Malek deja algunas dudas y cuenta con diálogos abstractos innecesariamente, la nueva historia de Daniel Craig cuenta con una buena narrativa y con buenos personajes acompañando, destacándose Christopher Waltz y Ana de Armas. Además, tiene un cierre a la altura para el actor inglés.

Spencer

A la espera de su llegada en los cines de nuestros pagos, lo nuevo del chileno Pablo Larraín –en colaboración con Steven Knight– nos trae una nueva visión sobre Lady Di, ya tantas veces representando en pantalla. Con una enorme Kristen Stewart, quien se pone al hombro el trabajo delante de cámaras, no sorprende el trabajo del director a la hora de abordar las biopics, pero no por ello podemos obviarlo como uno de las más destacadas del año.

¿Cuáles fueron las suyas?