Our Flag Means Death y la representación que evita el circo

Taika Waititi entrega para HBO Max una de las mejores series del año.

Historias de piratas se han contado muchas y no siempre muy bien. Sobre todo, porque detrás de esa historia no había mucho para decir. Una aventura de alguien que va en contra de la corriente, un enemigo de la corona -no importa cuál, siempre hay una corona-, un valiente dispuesto a todo. Perfecto, está. Pero, ¿y qué más hay para ofrecer? Ahí entra “Our Flag Means Death”, un relato moderno y hermoso sobre la piratería utilizada como vehículo para hablar de algo mucho más grande y universal: el amor.

Stede Bonet, interpretado por un brillante Rhys Darby, es el capitán de un barco pirata. Pero él no se parece en nada a la competencia. La violencia no es de su agrado, los saqueos no son lo suyo y está muy convencido de que lo más importante es un ambiente sano, armonioso y amigable a bordo de su barco. Antes de que su tripulación se vaya a dormir, les lee historias y cambia la voz para cada personaje; hace concursos y desafíos para incentivarlos y además, les paga sueldos fijos para que no dependan del saqueo. Suena como un tipazo.

Es que en realidad, Stede no es un pirata nato, es un aristócrata inglés consumido por la rutina. Un día, cansado de todo eso se aventuró hacia la aventura y dejó todo para ser pirata y probarse a sí mismo. Pero lo bello de “Our Flag Means Death” es cómo hace convivir la dulzura e inocencia de este inusual capitán con un mundo inmensamente cruel y cómo su forma de ser puede ir conquistando a todos, o casi todos, a su alrededor.

Por supuesto que todo esto viene de la mano de la comedia, porque esta historia es una comedia romántica, de las mejores que nos dio la pantalla chica en mucho tiempo. La irreverencia de los personajes, los diálogos anacrónicos y este estilo que nos enamoró desde “What We Do In the Shadows”, hacen de esta producción exclusiva de HBO Max algo único.

Pero la mención de una de las mejores películas de vampiros de todos los tiempos no es casual: esta serie está producida y coprotagonizada por el bellísimo Taika Waititi, que demuestra, una vez más, el gran alcance de su talento. Él se pone en la piel de Barba Negra, puede que uno de los piratas más famosos de la historia. Aunque este, su versión, es uno que ya está cansado de la rutina y lo monótono de la piratería. Eso cambia cuando se encuentra con “El Pirata Caballero”, el nombre que se dio Stede.

Sorprendido sobre cómo este hombre parece no encajar para nada en este mundo, Barba Negra, harto de todo, se queda con él por un tiempo para descansar y ver si así puede recuperar la chispa. Así, no solo presenciamos chistes hermosos que sacan risas ruidosas, sino también una tierna historia de amor que no se esconde atrás de momentos que pueden ser fácilmente editados en donde el mercado lo demande.

Our Flag Means Death” no es solo una comedia, es una declaración política sobre el amor que se lleva por delante todo el falso progresismo y “primeras veces” de las cuáles otros se jactan pero que no aportan nada a la historia. En un momento en que la inclusión y representación se convirtió en una especie de álbum de figuritas para los estudios, llega una serie que se juega en serio y nos muestra un universo de personajes libres, enamorados y con todo tipo de vínculos. 

Con 10 episodios de menos de media hora, esta ya se asegura su lugar como una de las mejores series del año y una de esas recomendaciones que no me voy a cansar de hacer. Porque la risa hace falta y así también el ver historias que tengan algo para decir y que logren conmover de manera completamente inesperada.

estrella45