«Raíces»: Crítica de 50 Chuseok, de Tamae Garateguy

En la fiesta coreana de Chuseok se pide y se agradece por las buenas cosechas. Chang Sung Kim intentará reconstruir la historia de lo 50 años de “cosechas” de la comunidad coreana en Argentina, pero en este proceso descubrirá que aún tiene cuentas pendientes por saldar.

50 Chuseok, Tamae Garateguy, Chang Sung Kim

El título del documental de Tamae Garateguy hace mención a un vocablo del coreano arcaico que significa, literalmente, «el gran punto medio del otoño». El mismo refiere a un festival muy popular de la cosecha que, de modo costumbrista, se lleva a cabo cada año en Corea y celebrándose, según aseguran los expertos, a partir del decimoquinto día del octavo mes del calendario lunar, coincidiendo con el Equinoccio de otoño. Consistiendo en una cosecha abundante con motivo de la ancestral celebración, los coreanos completan el ritual visitando a sus pueblos originarios y llevan a cabo banquetes tradicionales de la región.

La mencionada celebración sirve como motivo para ilustrar el viaje de regreso a su pueblo originario, en su Corea natal, que realiza el actor Chang Sung Kim (conocido en el ámbito televisivo por su participación en Graduados y Los simuladores). Con motivo del 50º aniversario de la primera camada de inmigración coreana en Argentina, la travesía se convierte en una suerte de homenaje y bienvenido reencuentro con sus afectos y la tierra natal que dejó hace 48 años.

50 Chuseok, Tamae Garateguy, Chang Sung Kim

Estrenado en el último BAFICI -celebrado en el pasado mes de abril bajo la dirección artística de Javier Porta Fouz– el documental refuerza el mensaje de transmitir la hermandad entre dos culturas tan diferentes como la argentina y la coreana, en una íntima mirada acerca de la identidad y la relación entre dos naciones. Poniendo el acento en cómo la comunidad coreana se ha insertado en la cultura argentina a lo largo de estas últimas décadas, 50 Chuseok retrata esa apropiación; inclusive de tradiciones tan nuestras como el asado con amigos.

La experiencia personal que vive el actor coreano retratado en el documental, pasa por conocer una Corea muy distinta a la que dejó tiempo atrás (sin jamás volver), ejercicio que le sirve para reconocerse como nativo y parte de dicha cultura. Aquella mirada infantil que dejó las tierras de origen, hoy encuentra su reflejo en esta mirada adulta. Dicha exploración individual, en tono más intimista y melancólico, resulta un emotivo viaje a los recuerdos del protagonista y su sentido de pertenencia.

Con cierta dosis de humor y un logrado registro fotográfico para jugar simbólicamente con los tradicionalismos que aborda, el documental peca de cierta falta de homogeneidad, resintiendo el registro captado, entre el «aquí» y el «allá». Sin embargo, y valiéndose de la metáfora acerca del ancestral festival comunitario, la directora consigue transmitir las sensaciones que produce para este nativo coreano revisionar su propia vida en suelo argentino y reconciliarse con la tierra que lo vio nacer.

estrella25

 

 

 

 

[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]