Sweet Tooth, mucho más que una historia de pandemia

Un niño adorable, mitad humano y mitad ciervo, busca una nueva vida con un arisco protector como compañía en un mundo postapocalíptico lleno de peligros.

¿Qué pasaría si un virus es desatado en el mundo llevando a sus victimas hasta la muerte? ¿Cuál sería el comportamiento humano si viera que sus hijos nacen diferentes? ¿Es la violencia el camino para resolverlo todo? ¿Es la verdadera libertad un anhelo utópico o solo estamos buscándola en el lugar equivocado? Y el amor, ¿de verdad puede liberar nuestras culpas o solo es un pretexto para perder humanidad? Sweet Tooth, nos ofrece un maravillo recorrido por los matices de la humanidad, a partir de un evento pandémico que dejará ver lo peor, lo mejor y lo más esperanzador de nuestro mundo.

Basado en el aclamado comic del mismo nombre, del prolijo y prolifero Jeff Lemire, Sweet Tooth es una serie de drama y fantasía, original de Neflix, cuya primera temporada consta de 8 episodios de unos 40 a 50 minutos. Es importante destacar también que entre los productores ejecutivos están Robert Downey Jr., su esposa, Susan Downey y el creador de la serie Jim Mickle. Cabe decir que, originalmente, el proyecto estaba concebido al servicio streaming Hulu, pero finalmente en abril de 2020, se anunció que la serie se trasladaba a Netflix; algo que agradecemos.

Explicar el argumento de Sweet Tooth puede se un trabajo complejo, puesto que cuanta con muchas historias corriendo en paralelo que se van conectando en diferentes momentos. Pero intentarlo no está de más: Hace diez años, “algo” o “alguien” causó estragos en el mundo, provocando la aparición de un virus mortal que afecta a la humanidad y se manifiesta con el temblor constante del dedo meñique de la mano izquierda. Esto genera pánico entre nuestras sociedades, donde el miedo, la histeria y la paranoia llegarán a niveles indignantes. Al mismo tiempo, surge la misteriosa aparición de bebés híbridos nacidos parte humanos y parte animales. Sin saber si los híbridos son la causa o el resultado del virus, muchos seres humanos les temen y los cazan, y para ello, usarán los métodos más salvajes.

Por otro lado, nace un niño-ciervo híbrido, llamado Gus, que es protegido por su padre, quien le enseñaría a vivir en “libertad”, lo educar y lo aleja de todo ese Apocalipsis que se vive en el exterior de aquel bosque convertido en el hogar seguro perfecto para esta singular familia. Sin embargo, producto de las inevitables circunstancias, el niño-ciervo se hará de un amigo inesperado, un solitario errante llamado Jepperd. Juntos se embarcarán en una aventura extraordinaria en busca de respuestas: sobre los orígenes de Gus, el pasado de Jepperd y el verdadero significado del hogar. La historia de este singular par, estará llena de aliados y enemigos inesperados, y Gus descubrirá rápidamente que el mundo exuberante y peligroso fuera del bosque es más complejo de lo que jamás hubiera imaginado.

La serie tiene una trama atrapante, sobre todo porque te presenta en sus primeros episodios personajes muy interesantes, cuyas tramas van avanzando independientemente de la historia de Gus y Jepperd, manteniendo el interés en la audiencia respecto a el momento en el que se cruzarán. Gus está muy bien interpretado y es inevitable no amarlo, empatizar con él, reír con él y compartir sus sueños y sus deseos, y en más de una ocasión, sus circunstancias nos llevarán al borde de las lágrimas, emocionados con su inocencia, con sus buenas intenciones y con su inagotable esperanza.

Sweet Tooth, puede parecer un cuento por momentos, lo cual está bien, pues hablamos de una historia de fantasía; pero también matiza los aspectos cuentistas con golpes de realidad que combinan bastante bien con la temática de la serie. De este modo, veremos momentos muy profundos de desconsuelo, de supervivencia, de esa ignorancia que mata, de esa paranoia que excluye y también mata, de sadismo en nombre del amor y la ciencia, de odio, de egoísmo y de todas esas acciones que nos hacen tan humanos en los momentos difíciles. Vale decir que, si bien la serie trae todos estos temas a la mesa de discusión, no los muestra explícitamente, pero deja ver lo suficiente para entender lo que está pasando.

Para ser justa, y no parecer una hater de la humanidad, debo decir que Sweet Tooth propone un balance. Si bien el miedo y la ignorancia puede sacar lo peor de las personas; también nos deja ver muestras admirables de valor en defensa de los más débiles, de empatía para aceptar las diferencias, de encontrar la felicidad en la soledad y en la simplicidad de la vida, de amor incondicional, de compañerismo; y muchos aspectos positivos más; dejando claro que las personas son un cúmulo de matices, y que nadie es tan bueno como para ser malo en algún momento; y viceversa.

A nivel técnico hay poco que reprocharle a la serie: los escenarios son maravillosos, no por nada se grabó en Nueva Zelanda; Las actuaciones están muy bien, creo que Gus es encantador y junto a su compañero Jepperd, se convierten en la mejor pareja dispareja, la interacción entre ellos es adorable desde aquel primer áspero encuentro, hasta aquél terrible desencuentro; los demás personajes no se quedan atrás, actores perfectos para la historia que nos tienen que contar.

Otro punto a señalar es la música que, sin ser extraordinaria, está en el momento justo, para emocionarnos como aquel primer episodio que me dejó al borde de las lágrimas. Se agradece también el uso de efectos prácticos y maquillaje con prostéticos para los personajes híbridos, al mejor estilo del cine de fantasía de los 80’. Igualmente, creo que es rescatable, ver que esta adaptación, si bien es una versión edulcorada del comic, no llega a ser melosa. Es decir, que pese a no ser explicita con el fin de llegar a audiencias más jóvenes, la serie mantiene sus componentes oscuros y sombríos, no está infantilizada y no se acude al humor como medio suavizante, por el contrario, este es mordaz y ácido.

Aunque Sweet Tooth es una buena entrega no es perfecta. Lo que mencionaba líneas arriba como un acierto para ampliar el rango de audiencia, lo cual puede ser bueno para algunas personas; para otras, puede ser un fastidio, pues esperamos que sea más explícita en algunos aspectos, por ejemplo, la experimentación, ciertos combates, etc.
Otro aspecto que se le puede reclamar a la serie, es la enorme cantidad de conveniencias del guion, sobre todo en su recta final. Pero a mi gusto, son perdonables, pues hacen que la trama avance y aportan al desarrollo de los personajes. Y Aunque, esta primera temporada nos ha dejado con un final muy tierno, también nos ha dejado con muchas preguntas, que esperamos que se resuelvan en una próxima temporada.

Finalmente, Sweet Tooth es una historia narrada en tiempos de pandemia, producida en tiempos de pandemia y transmitida en tiempos de pandemia; más oportuna, imposible. Y aunque me encantaría que todo lo mostrado es pura fantasía y ficción, infelizmente no puedo hacerlo, pues muchos comportamientos negativos del ser humano vistos en la serie los hemos vistos reproducidos en la vida real. Así pues, también necesitamos recordar que si nos esforzamos, cada día, podemos ser un poquito más Gus, y mirar el futuro con esperanza, compañerismo y solidaridad.

7 puntos

 

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