Un repaso a la carrera de Keanu Reeves

Desde My Own Private Idaho a John Wick.

Keanu Reeves, 2019

¿Hay un actor tan querido por su gentileza como lo es Keanu Reeves? Es posible que no, y se lo ha ganado a pulso. Los años suelen estar relacionados a actores y así como 2018 fue el de Josh Brolin y su doble partida en films de superhéroes, ha llegado la hora del hombre, el mito, la leyenda. Quizás sea su sencillez y caballerosidad o la genial paradoja que es su afable vida privada comparada a los sanguinarios personajes que suele encarnar. Y es que si hay algo claro, es que Reeves ama las películas, ama verlas y por supuesto que ama hacerlas. Por eso, y con motivo de su participación en Toy Story 4, Cyberpunk 2077, John Wick: Chapter 3 – Parabellum y su genial cameo en Always Be my Maybe, hemos realizado un repaso por siete películas destacables para quien es el talento del momento.

 

My Own Private Idaho (1991)

Keanu Reeves, My Own Private Idaho

La que lo hizo trabajar con un prestigioso director.

Se le quiera por sus aterrizados dramas con importantes actores al frente, o se le odie por sus ocasionales tropiezos –y el sangriento descalabro que fue Psycho-, Gus Van Sant es un director al que se le suele respetar e inclusive admirar. Pero mucho antes de realizar su aclamada Good Will Hunting, el americano llevó adelante una película más que importante para Revees, pues su personaje shakesperiano le hizo merecedor de vítores en el Festival de Venencia y, mucho más importante, le permitió convivir con quien sería una amistad fundamental dentro del sofocante mundo de Hollywood: River Phoenix. Este último moriría un par de años después del estreno y fue la pérdida de un talento que estaba destinado a la grandeza, al igual que su hermano –Joaquin Phoenix-. El film se quedó como una sincera demostración de su amistad, ahora inmortalizada gracias al cariñoso afecto de dos grandes personajes como lo son Mike Waters y Scott Favor.

Point Break (1991)

Keanu Reeves, Point Break

La que lo acercó al cine de acción.

Mucho antes de que Reeves portara el elegante traje antibalas para encarar bellos tiroteos bañados en sangre, el actor fue un agente del FBI con la misión de detener a un peculiar grupo de delincuentes conocidos como Los Expresidentes. Esta es la historia que arrancó el prototipo de Fast & Furious mucho antes de que estuviera en los planes, previo a que Toretto y compañía abandonaran las carreras callejeras para salir a misiones tan extremas que harían sonrojar al propio Bodhi y su banda de surfistas. Dirigida por la siempre destacada Kathryn Bigelow, hay cierto equilibrio que hace del film uno difícil de replicar –como ya intentó el banal reboot-, pues entre sus potentes set-pieces que dejan sin aliento y esa camaradería tan intensa entre sus protagonista, se encuentra una reflexión sobre la búsqueda de la adrenalina. Y claro que la hay; es imposible no admirar a Patrick Swayze de frente a las irrepetibles olas enormes que dan punto y final a la historia.

The Matrix (1999)

Keanu Reeves, The Matrix

La que lo consagró.

Se acercaba el final de un siglo y, con él, un irreversible cambio en lo que sería el cine de acción y ciencia ficción, pues llegó la obra maestra de las hermanas Wachowski. Con una honesta inspiración en rupturistas obras del género, hay mucho por admirar en la película que terminaría de marcar el nombre del actor dentro de un lugar especial para la cultura popular. Quizás sea su carga filosófica que siempre la ha destacado por encima de otras producciones del tipo o sus inventivas secuencias de pelea donde las artes marciales, el CGI y la fantástica banda se combinan para entregar un espectáculo sin precedentes. Después llegarían sus secuelas que, aunque jamás llegaron al nivel de la original, también estuvieron cargadas de escenas que confirmaban a Reeves como un imparable héroe del género.

A Scanner Darkly (2006)

Keanu Reeves, A Scanner Darkly

La que lo llevó al terreno de la animación.

13 años antes de prestar su voz a Duke Caboom, el nuevo personaje en el epílogo de la historia de los queridos Buzz y Woody, Reeves dio vida a Bob Arctor, un agente encubierto con la misión de infiltrarse en el submundo de las drogas en un llamativo futuro distópico. La combinación de tener a un director como Richard Linklater adaptando una novela de Phillip K. Dick es suficiente como para tenerla en cuenta, aunque su singular estilo de animación rotoscópica -que se basa en dibujar sobre imágenes reales- y un gran elenco encabezado por Robert Downey Jr., Woody Harrelson y Winona Ryder terminan de cerrar el trato para uno de los proyectos más interesantes de Reeves.

Man of Tai Chi (2013)

Keanu Reeves, Man of Tai Chi

La que marcó su debut como director.

Si Reeves planeaba sentarse en la silla del director, él sabía que lo haría bajo sus condiciones, con un tipo de película que siempre le apasionó y en el que tenía la suficiente experiencia. Es así como con The Man of Tai Chi entregó un ambicioso film de artes marciales en el que, pese a no estar a la altura de los grandes, sí que deja unos legibles y disfrutables combates, como esos que alguna vez protagonizó. Afortunadamente, el actor no se aleja de las cámaras y los reflectores para interpretar a Donaka Mark, un poderoso empresario que organiza peleas clandestinas para las altas esferas de Hong Kong, un villano que también tiene un par de movimientos por mostrar. Así pues, el discreto guion de Michael Cooney toma la decisión de ignorar olímpicamente cualquier tipo de historia para darle lugar a los combates, donde está todo el músculo técnico y los verdaderos momentos de entretenimiento.

John Wick (2014)

Keanu Reeves, John Wick

La que vio su resurgimiento.

Se llevaban años sin ver al actor en uno de esos éxitos que tan influyente lo hicieron durante la década de los ’90 pero, sin que nadie lo esperara, arremetió al ritmo de Marilyn Manson con su Baba Yaga, el papel que ha atizado las pacíficas llamas de su carrera. Hay mucho por admirar en la película de Chad Stahelski, pero lo que más brilla son esas intensas coreografías para las que el actor requirió de entrenamiento en judo, jiu jitsu y, claro, su práctica en el manejo de armas que le permite siempre apuntar hacia la cabeza. De hecho, el actor participó en gran parte de las escenas de acción en búsqueda de crear esa relación personaje/espectador que tan importante ha hecho el papel. Todos amamos a John Wick y lo seguiremos haciendo hasta el cierre de la frenética saga, y mucho después.

The Bad Batch (2017)

Keanu Reeves, Tha Bad Batch

La que lo convirtió en Sueño.

La película de Ana Lily Amirpour es, ante todo, una extraña propuesta que utiliza el marcado estilo visual del western con aspiraciones de convertirse en un film de culto, del tipo que es alabado en los festivales de cine con espectadores ávidos de estimulantes rareza. Puede que no haya logrado su cometido -como sí lo hizo A Girl Walks Home Alone at Night-, pero hay mucho por rescatar de ella. Gracias a su marcado estilo visual -relativamente inspirado en el Acid Western y las obras post-apocalípticas-, el viaje de su protagonista es uno bello y excesivo, pues cuando sus extremidades no son arrancadas por unos infames caníbales, hay momentos de reposo donde solo queda admirar a sus desamparados personajes. Y Reeves, portando un imponente bigote y unas gafas que no se quedan atrás, interpreta a un personaje apropiadamente llamado «The Dream», el mandamás de un sitio donde habitan los rechazados. Es un líder de la nada y, a la vez, de todo.

¿Qué tiene en camino el actor?

Keanu Reeves, 2019

Además de haber prestado sus movimientos y voz para el segundo personaje más importante de Cyberpunk 2077 -únicamente detrás del protagonista-, la carrera de Reeves todavía tiene muchos proyectos por delante. Además de que recuperará a su icónico Theodore ‘Ted’ Logan para Bill & Ted Face the Music -sus dos anteriores entregas son más que recomendadas-, regresará como John Wick para la cuarta entrega de la franquicia, una que verá al personaje más enfadado que nunca en una guerra que se ha vuelto aún más personal. También, se pondrá al volante en Rally Car, donde será un ganador del premio NASCAR a las órdenes del director de Taken 2 y Transporter 3. Al igual, incursionaría en la pantalla chica con Rain, una mini-serie sobre un asesino que se especializa en hacer ver a sus victimas como muertes por causas naturales. ¿Lo mejor? Que tras más de 30 años se puede ver al bueno de Keanu en papeles que siempre nos recordarán el determinado talento y carisma del que sabe hacer gala.