Crítica de Desmadre, fragmentos de una relación

El vínculo madre-hija suele figurar entre las tramas más populares. Se lo romantiza, estamos acostumbrados a ver relaciones inalterables que pueden superar cualquier obstáculo. Madres que dan todo por sus hijos, finales felices llenos de abrazos y comprensión de los roles. Lo cierto es que la realidad es mucho más compleja. Sabrina Farji recorre la relación con su madre mientras es acompañada por sus hijas. Un documental sencillo que conecta inmediatamente con las vivencias de cada una de nosotras.

Desmadre, Fragmentos De Una Relación está dividido en segmentos y, a medida que avanza, va adentrándose más en las relaciones y las dificultades cotidianas del vínculo. Peleas, discusiones, roces por la forma de ser de cada una. Una de las piezas narrativas más importantes es el retrato de tres generaciones diferentes de madres e hijas. Farji sigue a su madre y a su vez la segunda cámara es Zoe, su hija mayor. La película nos lleva al núcleo más personal de la familia y es por esto que todos podemos identificarnos con alguna de las partes, incluso muchas veces con varias de ellas. Además, suma pequeños testimonios de madres e hijas relatando vivencias tan personales como diferentes entre sí.

Un viaje a Paraná para recorrer la infancia de Leonor, la abuela, es el disparador para ver la dinámica de estas cuatro mujeres. Se aman, pero muchas veces no pueden tolerarse. Les molestan muchas de las actitudes que tienen sus progenitoras, pero al mismo tiempo saben que son esas mismas actitudes las que las criaron y las hicieron, en parte, quienes son hoy. Zoe y Joelle, las hijas de Sabrina, suelen tomar postura por su abuela y criticar a su mamá, pero la cámara nos muestra que tienen más de una actitud fácilmente reconocible en ella.

Una obra tan simple como necesaria a la hora de analizar la relación con nuestras madres y cómo muchas veces terminamos criticando de ellas las mismas cosas que vemos en nosotras. Somos producto de una crianza llevada a cabo por una o más personas, con personalidades diferentes, con historias, con memorias. Desmadre, Fragmentos De Una Relación lleva a la pantalla todo esto y consigue un resultado emocionante.

 

 

 

 

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