Crítica de Nails / Paranormal

Paralizada después de un terrible accidente, Dana lucha para recuperar su vida y familia cuando se encuentra con un fantasma que habita en la habitación del hospital donde se está recuperando.

Nails

No sé si les pasará a ustedes, pero cuando una película de horror me llega, cala hondo en mi ser. Es una sensación perversa a la cual pocas veces me tiene acostumbrado el género que tanto adoro, y Hereditary me sigue generando escalofríos aún cuando han pasado tres semanas desde su estreno. Dicha sombra no le hace ningún favor a Nails, co-producción anglo-irlandesa que a las salas locales llega con el genérico y aburrido título de Paranormal, un cúmulo de lugares comunes que entierra la poca buena voluntad del film en clichés del horror que ya no deberían existir.

La protagonista de esta pesadilla es Dana (Shauna Macdonald, que sigue sufriendo en el horror luego de la excelente The Descent y la no tan buena e innecesaria The Descent Part II), una atlética entrenadora que sufre un brutal accidente a minutos de comenzada la película, que la deja postrada en una cama de hospital. Desfigurada y con capacidades motrices y respiratorias reducidas, su situación no podría ser peor, pero estamos ante un exponente de género, así que eso es lo que sucederá. Por las noches, una aparición fantasmagórica la acecha y no parece querer frenar hasta conseguir su cometido.

Nails

El debut de Dennis Bartok como director y su co-guionista Tom Abrams es una pálida fotocopia de otras películas de horror, y mejores. El suspenso que parte en base a una protagonista postrada y asediada por el mal ha tenido varias iteraciones en el pasado, pero el ligar un guión a los greatest hits anteriores no la hace mejor. Protagonista inválida, acoso sobrenatural, familiares y personal del hospital que no le creen hasta que es tarde, ya lo hemos visto. Si uno va a beber de otras fuentes, hay que darle un giro particular para sorprender a la audiencia, o venderle una versión ligeramente diferente para guardar las apariencias. Pero a Bartok le preocupa más su criatura, que tiene un diseño aterrador pero al cual se le notan las costuras, así que se lo muestra de la manera más convencional posible: por medio de jump scares. Esos saltos plagan a Nails, y la hieren de muerte. Hay una historia medianamente interesante detrás del monstruo y un pequeño giro que conecta a protagonista con antagonista, pero el detalle se ve enterrado por la unimensionalidad del guión y la dirección. Macdonald le pone cuerpo y alma, luciendo totalmente aterrada y sumida en una impotencia de no poder salvar a los suyos ni a sí misma. Es un trabajo muy convincente, y la única razón de peso para que el resto del producto no se hunda en las tinieblas.

Nails o Paranormal o como quieran llamarla es otra película que viene a rellenar el hueco que siempre tiene la de terror de la semana en la cartelera. Algunas de las partes del todo son interesantes -mas no frescas- y el resto es un constructo estilo monstruo de Frankenstein, con partes putrefactas. Es de milagro que llegue a las salas locales.

estrella15

 

 

 

 

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