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Con dos películas en su haber -la última, Midsommar, tardará en llegar a salas de cine en América Latina-, el director y guionista Ari Aster (Hereditary) se ha consolidado como una voz de peso en el cine de horror contemporáneo, junto a ascendentes artistas como Jordan Peele (Us, Get Out) y Robert Eggers (The Witch, la próxima The Lighthouse). Sin embargo, Aster ha confirmado en un curioso AMA (Ask me Anything) que su próximo proyecto estaría más cerca de otro recurso que subyace con agilidad en su obra: el humor.

Es así como, en respuesta a la pregunta sobre su siguiente proyecto, respondió lo siguiente: «La próxima será una comedia pesadillesca o un gran y enfermizo melodrama doméstico», sentenció Aster, y remató: «Puede que me lleve algunas películas antes de volver al género, pero me encanta el horror y estoy seguro de que estaré de vuelta». El director, mucho antes de realizar esa macabra misa negra con dolorosos tintes de drama familiar que es Hereditary, pasó sus primeros años realizando una serie de destacados cortometrajes, siempre con su peculiar estilo y una mirada sincera sobre los temas que abundan en su trabajo.

Midsommar, su actual éxito en crítica, sigue a una pareja durante su viaje a Suecia para acompañar a sus amigos a un célebre festival de mediados de verano. Pero, en este ambiente rural, lo que inicia como una experiencia idílica se trastorna en una competencia cada vez más violenta y extraña a manos de un culto pagano. El reparto está encabezado por Florence Pugh (Lady Macbeth, Outlaw King) y Jack Reynor (Sing Street, Mogwli), en tanto que lo completan Will Poulter (The Revenant), William Jackson Harper (The Good Place), Ellora Torchia (Split), Archie Madekwe (Legacy) y Vilhem Blomgren (Gosta), entre otros.