Crítica de Dolor y Gloria

Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso.

Salvador no filma más, los dolores que lo aquejan se lo impiden. Pero sus dolencias van más allá de la espalda paralizada o las migrañas: tiene el alma rota. Dolor y Gloria es la nueva película de Pedro Almodóvar, un drama profundamente humano que habla de la vejez, las añoranzas y los recuerdos de una forma magistral, sin perder el humor. Una verdadera obra maestra.

Una que se siente autobiográfica, y que en algunos sentidos lo es; el director español explora temas que han estado presentes en toda su filmografía pero desde un ángulo más personal. Salvador Mallo (Antonio Banderas), es un afamado director que conoció épocas doradas pero que han quedado atrás. Ahora, con su película Sabor alcanzando el nivel de «clásico», es invitado a dar una charla a una filmoteca y esto lo acerca a el protagonista de su obra, Alberto Crespo (Asier Etxeandia), con el que no se hablaba desde el estreno de la misma, hace más de 30 años. Pero este encuentro no sólo revive una amistad turbulenta, también lo aproxima a la heroína.

La película también está narrada a través de flashbacks que remontan a la infancia de Salvador, a su pueblo, su madre y su formación. Estos momentos surgen en su mayoría a raíz de la somnolencia que le provoca «el caballo». Banderas hace una de las mejores interpretaciones de su carrera. Sin necesidad de cambios abruptos de peso, de maquillaje y prótesis, simplemente valiéndose de la expresión, el actor español entrega un personaje profundo, complejo, frágil. Más que merecido el reconocimiento que recibió en el Festival de Cannes. Dolor y Gloria también cuenta con las actuaciones de Leonardo Sbaraglia, un antiguo amante del director que le dejó una profunda huella que lo inspira a escribir uno de sus últimos trabajos; una pequeña aparición de Cecilia Roth, Penélope Cruz como la madre y Nora Navas como Mercedes, la fiel asistente del realizador.

La película tiene actuaciones maravillosas, la inconfundible estética de Almodóvar y la magia de la simpleza. La historia no tiene grandes misterios ni revelaciones, no hay sorpresas, pero hay emoción. Hay un guion profundamente humano, sensible, cercano, ejecutado de forma maravillosa por uno de los mejores directores del cine contemporáneo.

 

 

 

 

[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]

Julieta Cáceres

Recent Posts

Premios del Festival de Cannes 2023: todos los ganadores

Está en marcha otro año de gran cine.

4 semanas ago

Control Zeta: una ambiciosa apuesta sci-fi con sello local

Cambia el pasado. Salva el futuro.

1 mes ago

Crítica de Creed III: el antagonista al poder

Michael B. Jordan se sube a la silla del director en esta nueva secuela del…

4 meses ago

Ant-Man and the Wasp: Quantumania – No soy yo, sos vos

Una breve crítica de la nueva aventura de Scott Lang, para reflexionar el estado de…

4 meses ago

Crítica de The Whale

Brendan Fraser es la estrella de lo nuevo del director de Requiem for a Dream…

4 meses ago

Tár: pase Maestro, lo estábamos esperando

La película que impulsa a Cate Blanchett hacia su tercer Premio Óscar.

4 meses ago