Crítica de Las Facultades

Estudiantes de distintas carreras se preparan para rendir finales. Botánica, anatomía, sociología, filosofía medieval, derecho penal, física teórica y más. Cada uno utiliza sus recursos para sobrellevar la inquietante situación de exposición oral.

Las Facultades, Eloísa Solaas

Pocas cosas pueden ser más estresantes que preparar un final, sentarse frente al docente o esperar la nota. En el documental Las Facultades, la directora Eloísa Solaas explora esto y, con una cámara distante, parece sumergirnos en ese ambiente y se puede sentir el nerviosismo de las aulas.

Desde Filosofía a Medicina, la película muestra a los estudiantes preparándose para la temida instancia evaluativa, pero también los mostrará rindiendo los exámenes orales. Los titubeos, las dudas, las miradas perdidas cuando el profesor pregunta algo que no estaban esperando. Solaas logra poner al espectador en el mismo lugar que cada uno de los personajes gracias a una puesta de cámara genial. Esto también hace que el espectador sienta los mismos nervios que los estudiantes, que reviva aquellos momentos -si es que alguna vez los atravesó-, o que simplemente mueva la pierna sin parar por la ansiedad.

También muestra muy bien a las diferentes facultades, pasando por las sociales, exactas, jurídicas, incluso un alumno rindiendo examen dentro de un penal. Cada casa de estudio tiene sus formas, su estilo y su rigurosidad. Se ven docentes más flexibles, que explican al mismo tiempo que preguntan; se ven algunos que con tono burlón corrigen a los alumnos, y también se ve a esos que van al hueso.

Las Facultades es una muestra perfecta de la época de exámenes en las universidades argentinas, del nerviosismo de ser evaluado.

7 puntos

 

 

 

 

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