Crítica de Soul

Con un hermoso ambiente y una banda sonora envolvente, la animación refuerza la asombrosa capacidad de Pixar para abordar temas para adultos desde una perspectiva fantástica y llena de creatividad.

Soul, Pixar, Pete Docter

Insatisfecho con su vida como profesor de música, el soñador Joe Gardner (Jamie Foxx) está seguro de que nació para desarrollar una notable carrera musical. Responsable de innumerables intentos fallidos y resistiendo la pérdida gradual de la esperanza, finalmente recibe la oportunidad de su vida, siendo invitado a tocar en un concierto por una famosa banda de jazz. Todo cambia, sin embargo, cuando el protagonista sufre un accidente repentino, lo que lo obliga a emprender un viaje lúdico tras separarse su alma de su cuerpo.

Soul es un homenaje a la sensibilidad. No es una película sobre música, ni se centra en cuestiones raciales. Tampoco se aferra a ninguna de las versiones religiosas sobre el más allá y nos ofrece una obra libre de ciertos prejuicios que tomamos como verdades en nuestra vida diaria. En la historia, se exalta la curiosidad filosófica y lo que necesitamos saber es qué nos hace querer vivir: lo que las almas descubren antes de nacer no es la misión de su vida, sino lo que les hace querer encarnarse en un cuerpo para vivir. El mayor problema, sin embargo, es entender esto como el único y máximo objetivo de la vida, que es precisamente lo que lleva a las almas a la perdición, en una increíble representación de las disfunciones psicológicas que también vimos en Inside Out, como la depresión y la ansiedad.

Dirigida por Pete Docter (Monsters, Inc.), esta nueva aventura se recibe en la maestría de desarrollar universos que desafían los límites de la imaginación, y cuya característica principal es su impactante ambientación, aspecto que transita muy bien entre el fotorrealismo y las composiciones místicas. Por un lado tenemos el hipotético cielo, con sus paisajes innovadores que mezclan líneas planas y formas tridimensionales, mientras que por otro lado tenemos la inmersiva ciudad de Nueva York, cuyo uso de colores vívidos y brillantes corresponden al mundo de los vivos. Llama la atención la forma en que la ciudad se convierte en un verdadero personaje, cautivando a través de sus innumerables detalles visuales.

Soul, Pixar, Pete Docter

Si los aspectos gráficos que dictan la experiencia no fueran suficientes, también es importante resaltar la calidad del trabajo sonoro que presenta la producción, característica que eleva enormemente la importante representatividad desplegada en pantalla. Así, el pianista Jon Batiste fue el encargado de crear canciones que rescataran ese ADN artístico tan basado en la improvisación, misión que se traduce en un dinamismo contagioso que se conjuga con la imprevisibilidad de la vida de la que habla la película. Y para agregar aún más, el resto de la banda sonora fue realizada por los compositores Trent Reznor y Atticus Ross, un dúo que es capaz de elevar de manera eficiente los momentos más etéreos y emocionantes de la obra.

Finalmente queda por mencionar la fascinante decisión del estudio de emprender un camino más abierto, logrando así innovar su forma tradicional de contar historias. Es una aventura que trae, entre sus temáticas, la importancia de apreciar las distintas particularidades de estar vivo, tales factores determinan una diferencia crucial, moldeando la trayectoria del protagonista y colocando al público a su lado en la captura de los estímulos del día a día. Más que eso, el conjunto de los dos protagonistas también representa la fundamentalidad que tienen los lazos humanos. De esta forma, demuestra que las pasiones o aficiones, por importantes que parezcan, nunca sustituirán los impactos positivos que tenemos unos en otros, coronando así una gran enseñanza.

Bellamente animada y presentando una de las tramas más adultas de Pixar, Soul es un viaje sobre el propósito humano y sobre la universalidad del proceso de autodescubrimiento. Impulsada por una atmósfera viva y una banda sonora que eleva enormemente su representatividad, la animación cautiva al establecer una gran pareja de protagonistas y al no evitar nunca temas importantes que no deben coquetear con los simplismos. Determinando la relatividad y la importancia de las diferentes pasiones humanas, es una carta de amor a quienes enfrentan dificultades en la búsqueda de un propósito, mostrando que nunca podrán alcanzarse sin la ayuda de quienes nos rodean.

10 puntos

 

 

 

 

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