Secciones
La Fase Tres, el final del recorrido para esta enorme empresa que se propuso Marvel Studios, todavía no llega a su final, mucho menos con el reciente anuncio de que el fin del recorrido no será Avengers: Endgame como pensábamos sino la próxima Spider-Man: Far From Home. Eso significa que la tercera parte y el cierre a lo que ahora llamamos la Saga del Infinito tendrá 11 películas en total, casi el doble que las anteriores fases. ¿Qué nos dice este detalle? Que Marvel ha saturado el mercado, entregando hasta tres filmes el mismo año, y produciendo dos entregas del héroe arácnido en la misma etapa, situación que no ocurría desde Iron Man y su secuela en los inicios de todo este armado colectivo. Pero el público está conforme, y año tras año el estudio ha refinado su estilo y fórmula hasta puntos insospechados, tanto que finalmente se han colado en la preciada carrera de los Oscars, movimiento sin precedentes más allá de los siempre presentes efectos especiales. Las siguientes nueve películas (mientras aguardamos la llegada de Endgame y Far From Home) conforman un conglomerado casi impenetrable, que afirma a Marvel como un equipo imbatible, pero que todavía puede tener pequeños deslices.
Captain America: Civil War: antes que una tercera historia en solitario del Cap, Civil War es más conocida como una Avengers 2.5, teniendo su germen narrativo en el caos generalizado provocado durante el acto final de Age of Ultron en la nación de Sokovia. Las bajas civiles y la responsabilidad de defender al mundo fractura a los Vengadores al medio, cuando el Acuerdo de Sokovia encuentra defensores y detractores entre los héroes. Pero eso no es nada cuando la figura villana de Helmut Zemo (un excelente y centrado antagonista interpretado por Daniel Brühl) rebusca en historia pasada para desenterrar un oscuro secreto que conlleva a unos de los clímax más emocionales de toda la franquicia. Muchos se sintieron decepcionados porque el capítulo de la guerra civil en los cómics es una brutal batalla sin cuartel, que en su adaptación fílmica se ve reducida a una (impresionante) escaramuza en un aeropuerto, pero en resumidas cuentas Marvel no iba a deshacerse de sus preciadas posesiones, y optó por realizar una traducción con mayor peso emocional, emotivo y trágico. Las escenas de acción tienen entonces un toque personal, lejos quedaron los enemigos sin rostro. Estos son un grupo de amigos defendiendo sus ideales, y se vuelve más personal para Steve Rogers y Tony Stark cuando el villano finalmente los pone frente a frente con la verdad. Los hermanos Anthony y Joe Russo finalmente toman las riendas de las aventuras interconectadas de los Vengadores, que también tiene el privilegio de incorporar a las huestes heroicas al tercer hombre arácnido en una década y media (un divertidísimo Tom Holland en su salsa) y al Pantera Negra de Chadwick Boseman.
Doctor Strange: Sherlock desembarca en el MCU. El excelente actor inglés Benedict Cumberbatch se pone la capa y le va vida a Stephen Strange, un acaudalado y arrogante neurocirujano (¿les suena?) que, tras un accidente casi fatal, busca ayuda para recuperar sus valiosas manos y encuentra algo más allá de su propia capacidad de raciocinio. Sí, Doctor Strange es casi un calco a la historia de orígenes de Iron Man, pero con la diferencia de que entrega una de las películas del estudio más imponentes visualmente hablando. Es como ver Inception pero con unos gramos de éxtasis encima, un deleite para todos los sentidos que aplaca la falta de un villano de peso (amén del correcto antagonista que compone Mads Mikkelsen, quien nunca falla) y lo compensa con un elenco que tiene figuras como los antes mencionados, pero también a Rachel McAdams, Chiwetel Ejiofor, Benedict Wong y a Tilda Swinton una vez más doblando la realidad de los géneros interpretando a un ente místico. El director Scott Derrickson y su compañero guionista C. Robert Cargill provienen del género del horror (con títulos como The Exorcism of Emily Rose, Sinister y Deliver Us From Evil) pero eso no les impidió construir una genial historia con peso propio, que esperemos le escape a los grilletes de la fórmula en la próxima continuación.
Guardians of the Galaxy Vol.2: el haber dirigido una de las películas mas divertidas y extravagantes del MCU le permitió a James Gunn proseguir a su manera con las aventuras de esta disfuncional familia espacial ensamblada. El grupo, ahora los guardianes del título, tienen que hacerse cargo de proteger como prometieron, mientras que se expanden los roles del Yondu de Michael Rooker, la Nebula de Karen Gillan y se incorporan Pom Klementieff, Elizabeth Debicki y el enorme Kurt Russell, como el padre de Peter Quill. Tal cual lo indica su título, es el volumen dos de grandes éxitos de estos inusuales héroes, pero el redoblar la apuesta emotiva entre lo que significa ser familia y los lazos parentales entre Peter, Yondu y el perdido padre de Star-Lord no termina de aportarle gravedad a la situación del grupo, lo cual convierte a toda la película en un desfile de nuevos momentos musicales, extravagancia interestelar y más de lo mismo, que no daña en absoluto pero que no aporta peso a la trama general de esta historia.
Spider-Man: Homecoming: la llegada de Spidey a su hogar está más que insinuada en su título, y es gracias a la unión de fuerzas entre Sony y Marvel que tenemos esta fresquísima comedia estilo coming of age que parece sucesora del mejor cine del recordado John Hughes. Tom Holland le insufla un necesario aire juvenil al universo interconectado y su Peter Parker es el más joven y jovial de todas las encarnaciones que lo precedieron, y la película de Jon Watts le permite jugar a sus anchas con el timing cómico del ascendente actor, quien se enfrenta al desafío de frente y junto a grandes actores de la talla de Michael Keaton o Marisa Tomei. Bajo el ala protectora y la constante supervisión de Tony Stark, la llegada al hogar de la arañita rebosa de momentos incómodos en secundaria, amoríos, viajes de curso y amistades hilarantes, entremezcladas con un servicial villano que nos conduce a una de las escenas más asfixiantes del MCU, en ese viaje en auto hacia el baile de graduación. En muchos aspectos, Homecoming tenía las de perder por la fatiga de la platea para con el tercer origen del héroe, pero terminó conquistando a todos a fuerza de puro carisma.
Thor: Ragnarok: al insertar la comedia pura y dura de Taika Waititi dentro del mundo de Thor es donde vemos cómo la fórmula Marvel actúa sin tapujos. Es cierto que la saga del héroe nórdico estaba en falta con dos películas previas que no cautivaron la atención del público, pero tras el éxito que causó la inserción del humor extravagante de los Guardianes de la Galaxia, Thor: Ragnarok se convirtió en un completo experimento que dividió las aguas profundamente. Lejos quedaron la solemnidad de Asgard y el pensativo protagonista, aquejado por problemas familiares insoslayables. Lo que vende son colores estridentes, chistes lanzados cual ráfagas de metralleta y codazos cómplices en el costado. Miren lo que hicimos, le dimos una lavada de cara a Thor, ¿están contentos? Habrá gente que la pasará de maravilla con una de las comedias más caras de la historia, y otros que se agarrarán la cabeza frente a la adaptación del mítico evento nórdico conocido como Ragnarok, tanto que incluso las incoporaciones de la fascinante Cate Blanchett como la villanísima Hela, la astuta Valkyrie de Tessa Thomson o el desfachatado Gran Maestro de Jeff Goldblum no logran hacerle sombra al trío de tres chiflados en el que se vuelven Thor, Loki y Hulk. Ragnarok es entretenida, pero resulta prácticamente imposible hablar objetivamente al respecto, ya que funciona diferente de acuerdo a lo que cada espectador espere de ella. Lo peligroso es que Marvel elija esta plantilla exitosa para ir copiando en cada entrega que no funcione de acuerdo a sus necesidades de taquilla.
Black Panther: desde el momento de su anuncio, todos los ojos estuvieron posados en Ryan Coogler y lo que haría con la aventura en solitario de la recientemente introducida Pantera Negra. No era un héroe completamente vistoso, y hasta yo me jacté de que parecía más un hombre gato que una pantera. Pero dichas dudas fueron despejadas completamente con uno de los trabajos más personales e imponentes de todo el MCU. No por nada finalmente la Academia torció su cabeza y posó su mirada en esta producción dominada por una visión afroamericana que enalteció su cultura y la elevó a nuevas alturas. Toda Wakanda destila honor y tradición, desde los majestuosos escenarios digitales y prácticos, hasta la música, la vestimenta, el diseño de producción, todo indica un arduo trabajo detrás de cámaras para dotar de personalidad a la historia de T’Challa y la nación que heredó luego de la muerte de su padre. Boseman expande su gran interpretación que apenas vislumbramos en Civil War, pero también tiene enfrente a uno de los mejores villanos de todo Marvel en el estupendo Erik Killmonger de Michael B. Jordan, y el resto del elenco con mujeres aguerridas como Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Letitia Wright y Angela Bassett, con personajes femeninos tan importantes como el protagonista. No había manera de que Black Panther pasara desapercibida, y no lo hizo: su éxito monumental tanto en público como en crítica es indicativo de que cuando una película está pensada milimétricamente en todo sentido, los laureles no tardarán en llegar.
Avengers – Infinity War: Sí, el comienzo y el final de Infinity War son momentos brutales, recordados y comentados hasta el hartazgo durante todo el año pasado, pero en el medio tenemos uno de los crossovers más esperados de los últimos tiempos, la primera parte de la culminación y coronación de Marvel como dueña del blockbuster actual. El avasallante Thanos de Josh Brolin hace acto de presencia y los Vengadores son enemigos dignos del Titán, pero nadie estaba preparado para él. Cuando uno se detiene a pensar en las ideas del villano y piensa que no está del todo errado en su actuar, es que estamos en presencia de un antagonista complejo y con miles de matices, perfecto para darles batalla a los héroes… y dejarlos en vergüenza cuando su plan funciona. Joss Whedon debe haber respirado con tranquilidad ante la cantidad de personajes que los hermanos Russo tenían que manejar en escena incontables veces, pero ya tenían práctica de sobra y los diferentes grupos de héroes desperdigados por todos lados se unen en combates contra las fuerzas enemigas más de una vez. Los resultados son fuegos de artificio a los que la saga ya nos tiene acostumbrados, pero es desde el lado emocional donde realmente Infinity War golpea duro, una y otra vez… y eso antes de llegar al clímax definitivo. Un final que dejó a más de uno pasmado, pero que sabemos es tramposo y manipulador constantemente, ya que no hay manera de que varios héroes desaparezcan cuando tenemos confirmadas sus próximas películas en solitario en los años venideros. La pregunta que surge no es el cuándo los sobrevivientes rescaten a los caídos, sino el cómo, en uno de los interrogantes a resolver más esperados de los últimos meses. Por lo pronto, los Russo tienen mi voto de confianza.
Ant-Man and the Wasp: para limpiar el sabor agridulce que dejó Infinity War, tal como había sucedido luego de Age of Ultron, una aventura de Scott Lang. Pero en su segunda incursión diminuta no viene solo, sino que el título incorpora a la figura de la Wasp de Evangeline Lilly como un tándem que no va por separado. Y es un respiro bien ganado, ya que el carisma de Paul Rudd se complementa con la ferocidad de ella, pateando traseros sin preguntar nombres en una expansión de su papel que tanto había esperado y no pudo anteriormente. Es una secuela ligera pero superior a la original porque sabe cuales son sus fortalezas y juega con ellas, tanto desde el simpatético uso de su figura antagónica hasta la introducción de Michelle Pfeiffer en el MCU como la extraviada Janet Van Dyne. Su escena post-créditos no puede evitar escaparle al omnipresente chasquido de Thanos, pero todo lo que la precede es una agradable comedia con deslumbrantes escenas de acción.
Captain Marvel: tuvo que pasar la escalofriante cifra de 20 películas para que finalmente una heroína tenga la suya propia. Y finalmente un día desembarcó Carol Danvers y sí, puede que Thanos esté en aprietos, pero tampoco la pavada. La capitana Marvel es un excelente personaje que brilla aún más con la interpretación de Brie Larson, quien le otorga a la protagonista un sentimiento de hartazgo para con el patriarcado terrícola y espacial al que se vio hostigada toda su vida, y le importa un carajo todo, con lo cual los traseros pateados en pantalla se aplauden, todos y cada uno de ellos. La película se encastra cual precuela en el universo cinematográfico de Marvel, y el agregado de situaciones le dan fuerza y a la vez llena de huecos la ya de por sí extensa trama de las todas las películas hasta el momento. Es una pena que ciertos detalles la tiren abajo, porque en líneas generales es una genial historia de orígenes, la dupla Larson-Samuel L. Jackson la descose absolutamente, y la mezcla de humor/drama está bien equiparada y ninguna opaca a la otra. Y no olvidemos que el desfile de actores de Hollywood como Jude Law, Ben Mendelsohn y Annette Bening, que siguen aumentando el imparable número de actores y actrices bajo el techo de Marvel.
Para el fin de semana que viene, la intriga habrá terminado y muchos sabremos el fin de la historia de los Vengadores. Mientras tanto, ¿cuáles son sus momentos favoritos del gigante que es la Fase Tres del Universo Marvel?
