CINESCONDITE

Antes de que Marvel decidiera crear su universo cinematográfico, las primeras películas del Hombre Araña ya comenzaban a guiar el camino para lo que sería el boom de los superhéroes en el cine. Por eso, el estreno de Spider-Man: Far From Home ofrece una oportunidad inmejorable de repasar lo que ha sido la recorrida del Hombre Araña por el cine live-action.

 

Spider-Man (2002), Spider-Man 2 (2004), Spider-Man 3 (2007)

La primer trilogía comenzó en 2002 bajo la dirección de Sam Raimi y contó con Tobey Maguire como Peter Parker, Kirsten Dunst como Mary Jane y James Franco como Harry Osborn. Allí nos mostraban los orígenes del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko, con un gran diseño de vestuario, una notable sonora de Danny Elfman y unos efectos especiales sumamente destacados para la época. Tal es así, que por ellos recibió una nominación en los premios Oscar de ese año.

En la película vemos a un Peter Parker lidiando con el manejo de sus nuevos poderes luego de ser picado por una araña de laboratorio, la muerte de su tío y su vida adolescente, todo esto mientras se enfrenta al Duende Verde, interpretado por Willem Dafoe.

A diferencia del cómic, en esta adaptación podemos ver que Spiderman lanza telarañas directamente desde sus muñecas, sin ningún tipo de artefacto. Esta idea se tomó de James Cameron, quien iba a ser el encargado de dirigir la película en la década de los ’90, pero finalmente el proyecto quedó en manos de Raimi.

La buena recepción por parte del público y de la crítica hizo que se estrene su secuela en el año 2004, nuevamente con Raimi en la dirección y Danny Elfman a cargo de la banda sonora. Esta vez Parker pasa por un momento de indecisión entre seguir siendo un héroe o dejarlo todo, a la vez que se enfrenta a su profesor de la Universidad, Otto Octavius / Dr. Octopus, interpretado por Alfred Molina. Los críticos y los fans en general consideran a esta película como la mejor del arácnido hasta la fecha, y tienen con qué. Esta secuela nos deja momentos memorables como la escena en que Spider-Man detiene el tren antes de que se acaben las vías o la del restaurante con el auto que atraviesa el vidrio, así como también muy buenas secuencias de acción en general. La ciudad de Manhattan también cumple un rol importante y eso es todo gracias a Sam Raimi. En cada plano de Peter Parker columpiándose entre sus edificios o caminando entre sus calles se siente como si la ciudad tuviera vida propia.

Esta primera trilogía tuvo su desenlace en 2007 con el estreno de Spider-Man 3. Aquí ya se toma un tono más oscuro en relación a las anteriores y podemos ver a un Peter Parker más maduro y con una crisis de pareja con Mary Jane, que será el eje principal. También se introduce por primera vez a Gwen Stacy, interpretada por Bryce Dallas Howard.

En esta ocasión el traje de Spider-Man se ve fusionado con una forma de vida alienígena que cambia su clásico color azul y rojo a negro, lo que hace que Parker altere su personalidad cada vez que lo usa. A diferencia de las otras entregas, en esta ocasión Spidey se enfrenta a tres villanos: Venom (Topher Grace), Sandman (Thomas Haden Church) y Harry Osborn como el Nuevo Duende.

Esta película fue considerada como la peor de la trilogía, tanto para los críticos como para los fanáticos -sí tuvo un buen paso por la taquilla-, y fue víctima de varios memes que hasta el día de hoy se siguen usando. Cómo no recordar ese gracioso baile de Peter Parker en modo emo por las calles de Manhattan. Si bien en principio se planteó una trilogía, una cuarta película estaba en los planes pero nunca llegó a concretarse. El desarrollo de Spider-Man 4 se canceló en el 2010 luego de muchas dificultades para hacerla avanzar, con varias versiones del guion que no terminaban de convencer a su realizador. Hubiera tenido a John Malkovich como Vulture / Adrian Toomes, el villano central, en tanto que también podría haber tenido en sus filas a Anne Hathaway como Vulturess / Felicia Hardy. Además, se planeaba que Dylan Baker, el Dr. Curt Connors, viera completa su transformación en El Lagarto.

The Amazing Spider-Man (2012), The Amazing Spider-Man 2: Rise of Electro (2014)

Luego de que se cancelara Spider-Man 4 por diferencias creativas con Sam Raimi, Sony comenzó los preparativos para un nuevo reinicio del trepamuros, originalmente pensado como una trilogía. Así fue como en 2012, cinco años después de la última película, se estrenó The Amazing Spider-Man, con la dirección de Marc Webb y con Andrew Garfield en la piel de Peter Parker.

En esta adaptación se cuenta nuevamente el origen del personaje, pero con algunos cambios y más similitudes con el cómic «Ultimate Spiderman» del guionista Brian Michael Bendis. A diferencia de la trilogía anterior, la historia se centra más en la muerte de los padres de Peter y se presenta a Gwen Stacy (Emma Stone) como su primer amor. También se muestra con más profundidad al personaje del Dr. Curtis Connors (Rhys Ifans), que termina convirtiéndose en Lagarto, así como su relación con Richard Parker, el papá de Peter.

Si bien este reinicio no llega a igualar lo que fue Spider-Man en su momento, plantea cosas interesantes como la creación de su propio universo. Con easter-eggs distribuidos por ahí, la película nos muestra a los personajes que podríamos ver en un futuro (Sinister Six) y deja pistas en lo que tiene que ver con la muerte de los padres de Peter Parker.

En 2014 se estrenó su secuela bajo el nombre The Amazing Spider-Man 2: Rise of Electro, nuevamente con Marc Webb en la dirección. Esta entrega comienza con la muerte de los padres de Peter y plantea más misterios que resolver. Su relación con Gwen toma más fuerza que en la primera y nos prepara para lo que será el final, esta vez con la amenaza del enemigo del título (Jamie Foxx). También se introduce a Harry Osborn, interpretado por Dane DeHaan (Chronicle), que toma el lugar de su padre en OSCORP a raíz de una enfermedad. Lo que sucede con esta secuela es que comete el mismo error que Spider-Man 3 al introducir más de un villano, con lo que eso significa. El poco desarrollo del personaje de Dane DeHaan hace que la relación entre Peter y Harry no se llegue a sentir tan cercana como sí lo era con Tobey Maguire y James Franco. A eso hay que sumar que su transformación como Duende Verde no se vio nada favorecida por el CGI.

Si hay algo para rescatar en esta segunda entrega es la muerte de Gwen Stacy. La película prepara para ello, pero en la forma en que se da hace que conmueva igual que la del cómic. La misma tiene una escena post-créditos donde nos muestran a un Spider-Man que ya superó la muerte de Gwen y deberá enfrentar a Rhino (Paul Giamatti), en lo que sería la introducción para los Seis Siniestros.

Sony ya había empezado a disponer planes con los que seguir al desarrollo de la franquicia, con fechas de estreno para una tercera parte y una cuarta que jamás se materializaron. También había intenciones de hacer el film de Sinister Six y se evaluaron diferentes spin-offs. Todo eso cambió una vez que la secuela llegó a los cines frente a fanáticos decepcionados y una recaudación mundial que estuvo lejos de lo previsto. A raíz de ello, Sony no vio con malos ojos otorgarle los derechos del personaje a Marvel Studios, un anhelo que el productor ejecutivo, Kevin Feige, tenía hace años. Eso sí, quedó en su poder los derechos de otros personajes como Venom o Morbius, para seguir al desarrollo de films sobre los personajes del Hombre Araña… pero sin el Hombre Araña.

Universo Cinematográfico de Marvel

Finalmente en 2015, tras largas negociaciones entre directivos de Marvel y Sony, se llega a un acuerdo para que Spider-Man se sume al Universo Cinematográfico de la casa de las ideas. La primera aparición del personaje se dio en 2016 con el estreno de Captain America: Civil War. En este película nuestro amigable vecino, ahora interpretado por Tom Holland, recibe la visita de Tony Stark (Robert Downey Jr.), que lo convence de unirse a su equipo para enfrentar al Cap en el conflicto por los acuerdos de Sokovia, a cambio de un nuevo traje. La forma de presentar a Peter Parker en el MCU es un acierto, ya cansado de que la picadura de araña le otorgue sus poderes, nos muestran un resumen de sus actividades cotidianas de superhéroe mediante Youtube. Las pocas escenas que tuvo fueron suficientes como para dejar a uno con ganas de más.

Así fue como su película en solitario llegó un año después con el nombre de Spider-Man: Homecoming, bajo la dirección de Jon Watts. En esta entrega, ya bajo la firma de Marvel, empezamos a ver las conexiones con este universo, nada más y nada menos que con la participación de Iron Man. También se presenta a un villano que no habíamos visto en ninguna de las anteriores adaptaciones como es el Buitre, interpretado por Michael Keaton, quien se destaca por su interpretación y es quizás de los mejores antagonistas del mencionado Universo Cinematográfico.

Lo que favorece a esta adaptación es la frescura que le otorga Tom Holland al personaje y la edad que aparenta. Por supuesto que el combo Marvel/Disney viene aparejado del humor, pero en esta ocasión acompaña muy bien a la historia, y Spider-Man en particular se fortalece de este tipo de comedia. En lo que tiene que ver con el traje, se sigue la línea que vimos en The Amazing Spider-Man, pero con más interacción con sus herramientas dado que es un traje de Stark.

En 2018 y 2019 participó en Avengers: Infinity War y Endgame, en lo que fue el mayor evento y la culminación de un arco argumental dentro del MCU. Para esta ocasión dejó su clásico traje azul y rojo, y pasó a usar otro de la firma Stark como es el Iron Spider, que añade 4 patas metálicas a su espalda simulando ser una araña. Este traje lo sigue usando en Spider-Man: Far From Home, que estrenó este jueves 4 de julio ante críticas positivas.

El querido trepamuros parece haber encontrado su lugar en el cine de la mano de Marvel Studios, sin embargo, la disputa entre los fanáticos respecto a quién es el mejor Spider-Man siempre estará latente. ¿Cuál es su preferido?